• 11 de Diciembre del 2024
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Sería un honor gobernar Puebla capital: Ana Tere; se puede vencer a Morena

Especial

Desde su mirada, que ha visto pasar décadas en la política, la diputada federal ve a Eduardo Rivera en la boleta a gubernatura; oposición, ante última chance de recuperar la Presidencia

 

 

Álvaro Ramírez Velasco

 

La diputada federal panista Ana Teresa Aranda Orozco acepta que, personalmente, los números no le dan para ir por la gubernatura de Puebla, pero que la situación cambia cuando se trata de la presidencia municipal de la capital, por lo que no descarta esa posibilidad rumbo a las elecciones de 2024; también advierte que Morena, a pesar de lo que se dice y de las encuestas, sí puede ser derrotada.

“Claro, sería un honor. Imagínate, yo llegué a Puebla hace 46 años, soy una veterana en Puebla. Me pasa un poco lo que a Chavela Vargas. Yo nací en León, Guanajuato (…) Lo digo de Puebla, los poblanos nacemos donde nos da nuestra tiznada gana”, dice y hace así una paráfrasis al dicho de la famosa cantante, quien era originaria de Costa Rica, pero presumía su mexicanidad: “los mexicanos nacemos en donde nos da la chingada gana”.

En una entrevista sin prisas y de buen ánimo, la legisladora federal reconoce que las encuestas favorecen al alcalde capitalino, Eduardo Rivera Pérez, para que busque a gubernatura con el apoyo de una coalición opositora. “Falta que Lalo diga sí, voy con todo”.

Además, en este camino rumbo a los comicios, Aranda Orozco hace una reflexión sobre las carencias que nota en la oposición para enfrentar a Morena, partido al que, afirma, es posible ganarle en las urnas.

“No estamos trabajando en ver cómo vamos a hacerle en el 24, habida cuenta que las cosas no están fáciles, que ellos tienen año y medio haciendo campaña porque a eso se dedican”.

En sus palabras, el bloque opositor no solamente debe ocuparse en elegir al mejor candidato o candidata a la Presidencia de la República, sino también en acercarse a la sociedad y, especialmente, a aquellos que dejaron de sufragar en las últimas elecciones.

Ana Tere, La Doña, como le dicen con cariño colaboradores y seguidores, se toma el tiempo de hablar de los presidenciables; de criticar a Moisés Ignacio Mier Velazco y Alejandro Armenta Mier, las corcholatas poblanas.

Aprovecha también, en una conversación en la que toma las riendas temáticas por momentos, para resaltar el trabajo de la dirigencia local del Partido Acción Nacional (PAN) y recordar su paso por el DIF Nacional, en el sexenio de Vicente Fox, donde conoció a Rocío Beltrán Medina, la primera esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador.

También lanza una advertencia a los priistas que quieren reeditar la alianza con Acción Nacional, pero que andan “jugando doble”: que ya se definan. 

 

Oposición y elecciones

Ana Teresa Aranda Orozco tiene una preocupación rumbo a las elecciones de 2024, que, como oposición medianamente consolidada, no se ha trabajado en contrarrestar al partido en el poder, Morena, que ya dio muestras de su actuación en los comicios de 2018, 2021 y 2023.

“No estamos trabajando en ver cómo vamos a hacerle en el 24… Es un gobierno en campaña permanente, que se salta todas las disposiciones de la ley, que no obedece lo que en la Constitución está escrito, que gastan dinero del gobierno para apuntalar a sus candidatos”, acusa la representante del Distrito 09 federal, con cabecera en Puebla capital.

Para la panista, más allá de ocuparse solamente en elegir candidato o candidata a la Presidencia de la República, la oposición debe trabajar en hallar la forma de que los mexicanos que se han abstenido de acudir a las urnas —afirma que entre 50 y 55 por ciento—, ahora, sí lo hagan.

Nos falta capacidad, asertividad y narrativa para decirle a la gente que sí se le puede ganar a Morena, reconoce.

De no lograr convencer a los votantes, Aranda Orozco es tajante y hasta catastrofista en su pronóstico: “si no hacemos lo que tenemos que hacer, probablemente las elecciones de 2024 sean las últimas elecciones que podamos votar en libertad; así de grave, porque el asedio a las instituciones es brutal, porque tenemos un gobierno de la república al que le estorba todo lo que no se arrodilla”.

Por lo pronto, confía en la consolidación de la alianza del PAN, PRD y PRI —aunque revela que le gustaría que todo fuera blanquiazul—, sumar a Movimiento Ciudadano, que, dijo, habría impedido la victoria morenista en Estado de México, pero, principalmente, atraer a la sociedad.

 

Los presidenciables

Por amor a México” —suelta como lema—, Ana Teresa Aranda Orozco daría su apoyo a una posible candidatura priista para la Presidencia de la República.

Aunque reitera que en este momento respalda las aspiraciones del diputado federal Santiago Creel Miranda, también matiza y dice que se debe apoyar al hombre o mujer que tenga más posibilidades de dar la batalla en las urnas.

A la senadora priista Beatriz Paredes Rangel le reconoce su experiencia, su historia en el tricolor y que pone las cosas importantes al principio, pero —declara— no sabe si eso le alcanzará.

Lilly Téllez le encanta por “echada para adelante”, mientras que, a Enrique de la Madrid Cordero, hijo del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado; Claudia Ruiz Massieu Salinas, sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari; y Germán Martínez Cázares, expanista y exlopezobradorista, los considera mejor que cualquier opción del Movimiento Regeneración Nacional.

Apoyaré a quien salga del método que elija la oposición, destaca.

 

 

Gubernatura y alcaldía

Sin rodeos, Ana Tere confirma que la mejor carta que tiene la oposición para buscar la gubernatura de Puebla —actualmente en manos de Morena— en 2024, es el presidente municipal de la capital, Eduardo Rivera Pérez.

“Lo que veo ahorita por las fotografías del día que nos muestran las encuestas es que, quien mejor puede dar la pelea es Eduardo Rivera a nivel de la gubernatura, y falta que Lalo diga sí, voy con todo”.

¿Se ve ella cómo aspirante a esa posición? No, a pesar que es la segunda mejor posicionada en los estudios demoscópicos.

“A mí no me gustaría ser Plan B de nada, nunca me ha gustado ser el entremés en un menú, siempre me ha gustado ser el plato principal.

“Dependiendo de cómo vayan las cosas, pues habrá que tomar decisiones, pero en este momento me queda claro que quien puede dar una mejor pelea por el gobierno estatal es Eduardo Rivera”.

Sin embargo, la situación cambia cuando se le pregunta sobre la posibilidad de buscar la alcaldía de Puebla.

“Claro, sería un honor. Imagínate, yo llegué a Puebla hace 46 años, soy una veterana en Puebla. Me pasa un poco lo que a Chavela Vargas. Yo nací en León, Guanajuato (…) Lo digo de Puebla, los poblanos nacemos donde nos da nuestra tiznada gana”.

Entre sus orgullos están haber contribuido a la democracia en el estado, a la apertura de mayores espacios para las mujeres y —resalta— sus hijos poblanos.

“Quien vaya de candidato a la alcaldía o de candidata tiene que ser capaz, no solo de ganar la ciudad, tiene que ser capaz de darle al candidato a gobernador un bonche de votos extra que seguro le van a hacer falta para contrarrestar los del interior del estado”.

 

Definiciones

Uno de los retos que tiene la coalición es que los militantes de los partidos que la integran, se definan.

La histórica diputada federal ya en dos ocasiones y en dos también candidata al gobierno de Puebla no tiene duda en señalar que hay priistas que juegan en dos canchas, pero también panistas.

“Yo creo que muchos priistas están en la causa de la coalición y están bien con la coalición y están trabajando de manera honesta y vertical en la coalición. Me gustaría que los que no lo están haciendo, incluso panistas, porque también hay quienes andan jugando doble, pues ya dijeran que acá están mis quereres y ya me voy”.

Al Partido Revolucionario Institucional (PRI) le reconoce su “voto duro”, ese que representó hasta 13 por ciento de sufragios en la capital en los últimos comicios y que no se va con sus dirigentes cuando deciden cambiar de camiseta.

 

Críticas a Mier y Armenta

Ana Teresa Aranda Orozco es clara al criticar al coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Moisés Ignacio Mier Velazco, y al presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta Mier, quienes buscan la candidatura de su partido para la gubernatura de Puebla.

“Los ves en una competencia brutal a ver quién se arrastra más, quién se arrodilla más, quién se agacha más, quién se convierte en el tapete más terso por el que pueda pisar el presidente, no importa que con eso violenten la ley, no importa que con eso le escupan a la Constitución”.

Acusa que actualmente las decisiones del Poder Legislativo están sometidas al titular del Poder Ejecutivo.

“Fui diputada hace 30 años, el PRI era el dueño y señor de este país y, sin embargo, había muchos priistas con visión de Estado. Se podía dialogar, se podía construir, peleábamos y discutíamos fuerte, pero había muchos que ponían al país por encima de sus propios intereses”.

 

Trabajo panista

La dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) tiene el apoyo de Ana Teresa Aranda Orozco, quien detalla el trabajo que su presidenta, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, y el secretario general, Marco Castro Martínez, para reactivar a su militancia en todo el territorio poblano.

“Era muy importante cambiar la dirigencia para darle ese lugar que merecen los municipios del interior. Yo veo a Augusta y a Marcos Castro decididos permanentemente en el interior del Estado, a rehacer los comités municipales, a rehacer las estructuras, a buscar mejores candidatos, eso va a tener una importancia capital en 2024”.

Respecto a la situación del panismo en la entidad, la diputada federal acepta que es difícil una unidad total y que lo más importante es que en el blanquiazul estén de acuerdo en lo fundamental.

No podemos decir que no pasa nada al interior, somos seres humanos metidos en un partido político, recuerda.

 

Recuerdos del DIF Nacional

Uno de los pasajes que vienen a la mente de Ana Teresa Aranda Orozco fue cuando el presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006), la nombró al frente del DIF Nacional.

“Yo sí tenía la instrucción de don Vicente de ir pensando cómo se acababa el DIF, porque para el nuevo gobierno, el DIF era el espacio donde se lucía la esposa del presidente”.

Durante ese tiempo, la entonces funcionaria conoció de la importancia que el organismo tiene para las clases más desprotegidas y el trabajo que muchas personas, sin partido político, realizan desde ese lugar.

Desde entonces le quedó claro que el DIF Nacional debía ser un rector de la asistencia social, que ayudara a replicar sus programas en los estados y municipios del país, siempre con énfasis en los sectores menos favorecidos de la sociedad.

En esos años conoció a Rocío Beltrán Medina, la esposa del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, y quien murió por una enfermedad en el año 2003.

“Tuve una muy buena relación con ella. Era una mujer muy dulce, era una mujer muy respetuosa. Era una hormiguita trabajadora que le interesaban los temas sensibles, los temas de la discapacidad, los temas de la desnutrición”, finalizó.