La Operación Angelópolis, que denunció la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por un presunto lavado de más de 427 millones de pesos, tiene un inicial operativo de algunas de esas transacciones irregulares, que pueden configurar delitos muy graves, en el ingeniero civil Arquímides Ríos Andraca, exfamiliar político de uno de los principales protagonistas de esta trama: el hoy preso en Tepexi, José Arturo Rueda Sánchez de la Vega.
Se trata del mismísimo responsable de la edificación de la sede de Diario Cambio, una obra que está ponderada con un valor de 46 millones de pesos, que al no haber declarado a las autoridades sus presuntos dueños, Rueda (con 41 por ciento de las acciones del informativo) y su socio Moisés Ignacio Mier Velazco (con 33 por ciento de las acciones), generó la vinculación a proceso del primero.
Además, hay indicios que señalan que la constructora Merops SA de C.V, propiedad de Arquímides Ríos, fue utilizada por Rueda para lavar recursos en efectivo que recibía, por presuntas extorsiones.
Quimi, como le dicen en su círculo cercano y familiar, es un constructor que, sin suerte y sin contratos, literalmente huyó de Chilpancingo, Guerrero, entre 2014 y 2015, presuntamente porque “lo extorsionaban”. Eran los tiempos “más calientes” respecto a la inseguridad en aquel estado.
Pronto, de la mano de su entonces cuñado, Arturo Rueda, y con una rápida incrustación en el círculo cerrado del ahora diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco, el guerrerense Ríos Andraca encontró bonanza económica y contratos en Puebla e incluso en la Ciudad de México —en la cuestionada administración del perredista Miguel Ángel Mancera Espinosa—, a la par que el primero acrecentaba exponencialmente su fortuna, y el segundo llegaba a una curul en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
La constructora de Quimi es Merops SA de CV, con domicilio fiscal en Primera Calle No. 3, Colonia PRI, municipio de Chilpancingo de los Bravo, en el estado de Guerrero, con Código Postal 39070 y teléfono (747) 4945693.
Al asentarse en Puebla, Arquímides intentó, también sin éxito, incursionar en el periodismo, por la afinidad familiar con la directora fundadora de Periódico Central, que en paz descanse.
Con torpeza y pésima sintaxis, Quimi escribió unas entregas de la columna titulada Obras de Satanás. En una de ellas, fechada el 30 de octubre de 2020, realiza una abyecta cascada de lisonjas para Mier Velazco, que tituló La odisea de Ignacio Mier.
La aparición del constructor
En mayo de 2015, cuando Arturo Rueda presuntamente extorsionó al entonces candidato priista a diputado federal Charbel Jorge Estefan Chidiac —primer proceso por el que se vinculó al empresario de medios—, y le exigió 10 millones de pesos para no hacer públicas grabaciones en audio que supuestamente lo comprometían, ofreció facturar esa cantidad a través de una “constructora”.
La videograbación que Estefan presentó ante el Ministerio Público como prueba de la extorsión de Rueda, evidencia el uso de la empresa para sus fines ilegales.
El audio de la conversación no tiene desperdicio: “Para mi también es un negocio legítimo. Mi negocio es administrar la reputación de los políticos, pero como tú eres mi amigo estoy haciendo una excepción en esta administración de reputación, para hacer una negociación contigo. Invierte, paga, deposita 6 (millones) y te doy la grabación. Deposita a una empresa constructora, cabrón, y ya. Te facturamos, cabrón, sí”.
¿Tú tienes una constructora?, le pregunta directo el priista a Arturo Rueda. La respuesta lacónica fue: “Sí”.
De acuerdo con fuentes del caso, se trata precisamente de Merops SA de CV, propiedad de Arquímides Ríos Andraca.
Es esa parte de la grabación la que da pie a una línea de investigación que siguieron las autoridades de la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la cual terminó en el expediente conocido como Operación Angelópolis e incluye la ruta de lavado de dinero, evasión fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita por un monto de 427.1 millones de pesos.
Dicha investigación de la UIF luego fue revelada por los periodistas Víctor Hugo Arteaga y Néstor Ojeda.
Algunas fuentes aseguran que “no fue la primera vez” que Rueda ofreció lavar dinero de recursos de procedencia ilícita, pues era una “práctica recurrente” con su entonces cuñado.
Arquímides y Merops aparecen también como responsables de la edificación de la sede de Diario Cambio, inmueble por el que recibió Rueda su cuarta vinculación a proceso, pues no declaró la erección ni obtuvo ninguno de los permisos. Se trata de un fantasma fiscal valuado en 46 millones de pesos.
La edificación comenzó hace muchos años, pero fue hasta que Moisés Ignacio se convierte en diputado federal, en 2018, cuando se acelera la construcción.
El edificio está ubicado en la Privada 33 A Oriente, 1407, en el Fraccionamiento Anzures del municipio de Puebla.
Tiene cuatro niveles y espacios de lujo y sólo tiene existencia física, pues todo su proceso de construcción, los permisos municipales para ello, las licencias, los registros catastrales y de predial que avalen su erección y, principalmente, los reportes financieros y fiscales sobre el dinero que se utilizó para la obra, no existen.
Villanueva en la trama
Quimi, es un hombre que, de acuerdo con testigos, no es ostentoso, aunque “no le falta dinero”. Tiene un pésimo gusto para vestir, lo que resulta conveniente para que oculte su capacidad adquisitiva.
Tampoco gasta mucho en automóviles, pues utiliza camionetas propias de su labor de ingeniería.
Él, y otro más, tenía oficina en el edificio de Diario Cambio. Ahí se tomaban muchas decisiones y se sellaban muchos negocios.
El círculo cerrado de Quimi y Rueda, lo completaba David Villanueva Lomelí, exauditor del estado, yerno del exgobernador Melquiades Morales Flores y hoy, por recomendación de Mier Velazco, titular de la Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados.
Villanueva aparece en la trama con un papel muy relevante en la asociación con Rueda, Mier y otros relacionados con el lavado de dinero y la evasión fiscal. La referencia es de “amistad y social”, aunque también sus visitas al edificio de Diario Cambio eran muy frecuentes.
El funcionario federal había logrado salir voluntariamente de la Auditoría Superior del Estado (ASE), al comienzo del actual gobierno y saltó con facilidad a su nueva posición, gracias a que Mier es coordinador de Grupo Parlamentario de Morena en San Lázaro.
En el 10 Aniversario de Periódico Central -medio que con mucho esfuerzo y dedicación fundó su finada hermana-, en mayo de 2022, Arquímides le agradeció a Arturo Rueda y a David Villanueva Lomelí, por “su guía y sus consejos”.
Los negocios con Mancera
Merops SA de CV, además es una de las 32 empresas que aparecen en los archivos de la Unidad de Inteligencia Financiera para la trama de lavado de 427.1 millones de pesos.
Fuentes dignas de crédito explicaron tanto Rueda como Quimi tenían muy bien planeada su estrategia para acceder a obra pública municipal. El columnista era la avanzada para conseguir el contrato respectivo y el responsable de realizar los trabajos era Merops.
Pese a este contubernio existen pocas evidencias sobre el paso de la constructora en la esfera pública. Lo que sí es sorprendente es cómo una empresa de estas características haya podido ganar dos contratos en el Sistema de Transporte Colectivo, conocido como metro, en el entonces gobierno de la Ciudad de México de Miguel Ángel Mancera, por un monto total de 7.4 millones de pesos, a través de mecanismos de asignación directa e invitación a tres participantes.
El primer trabajo, de acuerdo con el contrato SDGM-GOM-2-08-17, lo desarrollo entre abril y julio de 2017 y consistió en la sustitución de calderas y arreglo hidráulico en diferentes partes de las instalaciones del metro de la Ciudad de México. Por esas labores devengó la cantidad de 2.4 millones.
Un año después, en junio de 2018, el gobierno de Mancera asignó por adjudicación directa un nuevo contrato a Merops: SDGM-GOM-2-38-17, para llevar a cabo trabajos reparación a causa del sismo de septiembre de 2017 en diferentes puntos de la red del Sistema de Transporte Colectivo. Al final, Merops recibió la cantidad de 5 millones de pesos.
Para tales contratos, Arquímides Ríos se ostentó como el administrador único de Merops, cuyas oficinas se encontraban en Chilpancingo, Guerrero.