Francisco Ignacio Taibo Mahojo, director general del Fondo de Cultura Económica (FCE), anunció el lanzamiento de la colección de libros llamada 21 para el 21, la cual fue financiada con dinero del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Los 21 títulos que integran la colección serán distribuidos de manera gratuita.
El director general del Fondo de Cultura Económica indicó que de cada uno de los 21 títulos se imprimieron 100 mil ejemplares.
Durante la conferencia mañanera, Francisco Ignacio Taibo informó que el costo de editar los 21 títulos fue de 45 millones, los cuales los aportó el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.
“Esta colección, que voy a presentarles en unos instantes, consiste en, como les decía, 21 títulos de 100 mil ejemplares cada uno”.
“El costo unitario por cada libro se ponía así, en los 21 pesos, lo cual, cuando vean los libros, van desde libros de 300 páginas hasta libros de un centenar, pero el costo promedio reunía esto”.
“Fue financiada por el instituto que le devuelve al pueblo lo robado, costó alrededor de 45 millones de pesos, que cubre costos de impresión, derechos de autor que se le pagaron a los herederos, a los autores y un microcosto de distribución, mínimo, prácticamente inexistente”.
Paco Ignacio Taibo indicó que la colección de libros 21 para el 21 forma parte de la estrategia para crear una república de lectores.
“La idea era producir una gran colección en términos de títulos y de ejemplares que nos permitiera una distribución masiva a lo largo y ancho del país. Al final, optamos por 21 títulos tras largas discusiones en el Consejo Editorial del Fondo de Cultura”.
El funcionario indicó que tuvieron problemas con los dueños de los derechos de autor de algunos de los libros que les interesaba publicar, y que tuvieron que depurar una lista de los títulos que integrarían la colección.
“Y tuvimos algunos problemas, en algunos casos algunos libros que nos interesaba que salieran en esta colección, o las agencias literarias o los herederos no estaban a favor de que sus autores tuvieran una distribución gratuita; en otros, las contradicciones eran más complicadas todavía, mientras que los herederos decían ‘sí’, las agencias literarias decían ‘no’”.
“El hecho es que fue depurándose una lista a partir de lo que había en el Fondo de Cultura, a partir de conversaciones con autores que recogiera libros pos-Independencia, o sea, a partir de la Independencia hasta mediados del siglo XX”.
Los libro que integran la colección 21 para el 21 son La Revolución de Independencia, de Luis Villoro.
Canek, de Emilio Abreu; Muerte en el bosque, una antología de cuentos, de Amparo Dávila. Balún Canán, de Rosario Castellanos; El libro rojo de la Independencia, de Riva Palacio y Payno; La breve historia de la guerra contra los Estados Unidos, en el 46, 47, de José C. Valadés; Tomóchic, de Heriberto Frías; Tiene la noche un árbol, de Guadalupe Dueñas.
“Una Antología de la poesía mexicana del siglo XIX; un libro de Elena Garro que estaba fuera de la circulación, Y Matarazo no llamó; uno de Carballido, La verdadera historia de Chucho El Roto; Río subterráneo, de Inés Arredondo; Los de abajo, de Mariano Azuela; El libro vacío, de Josefina Vicens”.
“Un libro muy raro que encontramos y que nos pareció muy importante, que es de Elías Amador, un historiador zacatecano del siglo XIX, que recoge los apodos de la infantería de la Independencia: ‘el Tamalero’, ‘el Lonchero’, ‘el Roñas’, esos héroes anónimos que tenían apodos y por ello se les conoce, pero que al leerlo te da una idea muy, muy muy exacta de que la Independencia fue un fenómeno de guerra popular de abajo hacia arriba, de guerra campesina y popular”.
El laberinto de la soledad, de Octavio Paz; Apocalipstick, de Carlos Monsiváis; Pueblo en vilo, de Luis González; Paseo de la Reforma, de Elena Poniatowska; una antología de Guillermo Prieto; y La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán.
