El Senado de la República guardó un minuto de silencio en memoria de seis migrantes que fallecieron en un enfrentamiento con soldados del Ejército Mexicano en Villa Comaltitlán, municipio de Huixtla, Chiapas. Las víctimas eran originarias de Egipto, El Salvador y Perú. La petición fue hecha por el senador del PAN, Mauricio Vila, durante la sesión plenaria.
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, condenó lo sucedido y expresó solidaridad con las familias de las víctimas. "Nos solidarizamos con los familiares de las personas fallecidas de estos países hermanos, y reconocemos el esfuerzo que ha anunciado el gobierno federal para brindar todo el apoyo a sus familias y la pronta respuesta de la Fiscalía para esclarecer este hecho", afirmó Noroña durante la sesión.
Los hechos ocurrieron cuando soldados del Ejército dispararon contra un grupo de migrantes tras presuntamente haber escuchado disparos. La acción resultó en la muerte de seis personas, entre ellas una niña, una mujer y cuatro hombres, además de 16 heridos. El incidente ha desatado críticas por el uso de la fuerza militar en situaciones de seguridad pública.
El excandidato presidencial y senador del PAN, Ricardo Anaya, alzó la voz para cuestionar la información oficial proporcionada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Anaya expresó su preocupación sobre la militarización en tareas de seguridad pública y las consecuencias que este tipo de políticas podrían tener. "Esto es justamente la consecuencia de pedirle a los militares que hagan tareas de seguridad pública, particularmente, cuando en tiempos de paz implica tratar con civiles", manifestó Anaya.
En su intervención, el panista criticó el uso de armas largas por parte de los soldados contra personas que, de acuerdo con la versión oficial, sólo viajaban a exceso de velocidad. "Y simplemente porque iban a exceso de velocidad y dicen haber oído dos disparos, abrieron fuego en contra de los migrantes, con armas largas hirieron a 16 personas y mataron a una niña, a una mujer y a cuatro varones", recalcó Anaya.
La postura de Anaya provocó una respuesta inmediata de Fernández Noroña, quien señaló que no se abriría un debate sobre el tema durante la sesión. Además, el presidente del Senado negó las acusaciones de militarización, mencionando que los gobiernos anteriores habían sido responsables de una verdadera militarización y de la violencia que azotó al país en su momento. "Hubo gobiernos que verdaderamente militarizaron el país, que lo bañaron en sangre, que asesinaron a civiles en retenes militares", puntualizó Fernández Noroña.
La situación ha reavivado el debate sobre la militarización de la seguridad pública en México y las implicaciones que esto tiene para los derechos humanos y la seguridad de los ciudadanos, especialmente en el contexto de la migración. Mientras tanto, las familias de los migrantes fallecidos esperan justicia, y la Fiscalía General de la República ha anunciado que investigará los hechos para deslindar responsabilidades.
El gobierno federal, por su parte, ha ofrecido apoyo a las familias de las víctimas y ha asegurado que se brindará toda la asistencia necesaria para esclarecer los hechos.