El general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, informó que hasta la fecha se han registrado 32 personas fallecidas en los enfrentamientos entre los grupos conocidos como “Los Chapitos” y “Los Mayos”, facciones rivales del Cártel de Sinaloa. Entre las víctimas mortales se cuentan dos militares: un oficial y un sargento del Ejército Mexicano. Este conflicto ha generado una escalada de violencia que ha obligado a las autoridades a reforzar su presencia en la región.
De acuerdo con Sandoval, desde el 9 de septiembre, se han documentado 13 agresiones directas. De estas, nueve han sido contra personal del Ejército y cuatro contra efectivos de la Guardia Nacional. Además de los 32 fallecidos, las agresiones han dejado nueve militares y un civil heridos. Hasta el momento, las fuerzas de seguridad han detenido a 30 personas vinculadas con estas organizaciones delictivas.
El secretario informó que la mayoría de los civiles muertos, 22 en total, han sido localizados en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, donde se ha desplegado un mayor número de efectivos federales. A pesar de los esfuerzos por contener la situación, Sandoval señaló que no se puede estimar cuánto tiempo durará la confrontación entre las dos facciones del cártel, pero subrayó que las fuerzas armadas continuarán operando hasta que se garantice la seguridad de la población.
“El tiempo que dure la confrontación no lo sabemos, lo que sí es que nosotros vamos a seguir el tiempo que se requiera, hasta que tengamos la confianza en que no será dañada la sociedad ahí en Sinaloa”, declaró el general durante su informe.
Para hacer frente a la situación, se han desplegado 2 mil 200 elementos de fuerzas federales, apoyados por equipos especializados y armamento avanzado. La presencia de las autoridades se ha reforzado con vehículos terrestres, 50 camionetas para el transporte de personal, cinco aviones T-6 de la Fuerza Aérea Mexicana y un avión adicional de la Secretaría de Marina, además de cuatro helicópteros artillados y uno más de la Marina. El general también detalló que, desde la sexta semana del operativo, se ha intensificado el despliegue de tropas y se ha incrementado el uso de inteligencia militar.
La violencia en la región se recrudeció a partir del 25 de julio, cuando Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, fue detenido en Estados Unidos. Esta detención generó tensiones entre “Los Mayos”, liderados por Zambada, y “Los Chapitos”, un grupo liderado por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Ante el riesgo de una escalada violenta, las autoridades mexicanas tomaron medidas preventivas y de inteligencia para tratar de evitar enfrentamientos directos entre ambos bandos.
Durante el operativo, las fuerzas armadas han asegurado una cantidad significativa de armamento, incluyendo 115 armas largas, 14 armas cortas, cargadores, cartuchos, dos granadas y un lanzacohetes de 83 milímetros. Además, se han confiscado chalecos balísticos, equipos de radiocomunicación, 14 vehículos blindados, una patrulla clonada y 59 vehículos de diversas características. También se ha incautado droga, aunque no se precisó la cantidad.
El refuerzo de las medidas de seguridad tiene como objetivo reducir el riesgo para la población civil y evitar que la violencia siga cobrando vidas en la región. Sin embargo, hasta el momento, la situación sigue siendo tensa y las autoridades no descartan que continúen los enfrentamientos.
El Cártel de Sinaloa, considerado uno de los más poderosos en México, ha sufrido fragmentaciones internas tras la captura de Joaquín Guzmán y la disputa por el control de las rutas del narcotráfico. Esta situación ha generado una serie de conflictos entre las distintas facciones del grupo, siendo “Los Chapitos” y “Los Mayos” los principales contendientes en la actual confrontación en Sinaloa.
Las autoridades mantienen el despliegue militar en la zona y continúan con las acciones de inteligencia para frenar el avance del conflicto. Sin embargo, el futuro de esta disputa sigue siendo incierto, mientras la violencia continúa afectando tanto a las fuerzas del orden como a la población civil.