Con 474 votos a favor, cinco en contra y siete abstenciones, el Consejo Político Nacional (CPN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó que la Asamblea de Consejeros elija al próximo dirigente del partido, entre otros cargos, para el periodo 2024-2028.
La Comisión Nacional de Procesos Internos será la encargada de emitir la convocatoria correspondiente, marcando así el inicio formal del proceso interno de selección.
La sesión se desarrolló de manera virtual y presencial y fue presidida por Alejandro Moreno, dirigente nacional del tricolor.
El método electivo aprobado establece que la Asamblea de Consejeras y Consejeros Políticos será responsable del proceso ordinario de renovación de la dirigencia del partido.
La nueva dirigencia estará al frente por un periodo total de cuatro años, de 2024 a 2028, con la responsabilidad de dirigir al PRI en un contexto de importantes desafíos políticos y sociales.
Exdirigentes y miembros destacados del partido han anunciado que impugnarán la reciente asamblea convocada por Alejandro Moreno, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido.
Los opositores destacan Dulce María Sauri, expresidenta del CEN del PRI, y Aurelio Nuño, exsecretario de Educación Pública, quienes denunciaron la asamblea como "ilegal" y pidieron una nueva dirigencia.
Dulce María Sauri explicó en una entrevista que la asamblea se llevó a cabo sin convocar a la mayoría de los miembros del partido y en un momento en que aún no ha concluido el proceso electoral de 2024, lo que vicia los resultados.
"Si el INE valida los resultados de la asamblea, entonces el Tribunal Electoral analizará la legalidad de la misma y sus resultados", afirmó Sauri.
Aurelio Nuño, en la misma entrevista, subrayó que un amplio grupo de exdirigentes del PRI, exgobernadores y exsecretarios de Estado impugnarán la asamblea.
"La vamos a impugnar sin lugar a dudas", declaró Nuño, quien calificó la asamblea de Moreno como un "intento de triple golpe": un cuartelazo al realizar una asamblea ilegal, un golpe a la esencia antireeleccionista del PRI, y un golpe al presente y futuro del partido, tras haber tenido la peor votación en 100 años.
Durante la asamblea del 7 de julio, el PRI aprobó una reforma que permite la reelección de Alejandro Moreno como presidente del partido. Esta decisión ha sido severamente criticada por varios miembros del partido. Nuño acusó a Moreno de violar disposiciones internas del partido y de la República.