La polémica estatua de Poseidón, erigida a finales de mayo como un nuevo atractivo turístico en el malecón, sigue en pie y no fue retirada temporalmente ante la inminente llegada del huracán Beryl como se difundió en redes sociales.
Las imágenes viralizadas corresponden al momento en el que era colocada, por lo que debido a sus dimensiones, tuvo que ser por partes para evitar afectaciones. Las autoridades de Progreso al momento, no se han manifestado por la posibilidad de reforzar la seguridad en las costas para evitar la destrucción de la deidad.
Lo más random que verás en esta temporada de huracanes.
— Jesús Rubén Peña (@revistacodigo21) July 2, 2024
En Puerto Progreso, Yucatán quieren destruir reciente escultura de Poseidón, lo culpan de fuertes lluvias, tormentas y hasta huracán Beryl.
Mientras, en Playa del Carmen convocan en redes a soplar! para alejar al huracán. pic.twitter.com/WrNU9CnpH2
La escultura había sido objeto de críticas y supersticiones por parte de algunos habitantes, quienes la culparon de las intensas lluvias, tormentas y del propio huracán que azotó la región.
Varios habitantes atribuyeron las fuertes precipitaciones a un supuesto enojo de Chaac, la deidad maya de la lluvia, provocado por la presencia de la escultura.
Me subo al #TrenDelMame
— Legion Pokemon CDMX (@LegionPokemonMx) July 3, 2024
Arreglemos esto de manera civilizada...
¿A quien prefieres?
🔄RT Poseidón
❤️MG Chaac pic.twitter.com/CnWi9xZbNI
Esta creencia se difundió ampliamente en redes sociales, exacerbando las opiniones divididas respecto a la permanencia de la estatua en el puerto.
La polémica alcanzó su punto álgido cuando se programó un evento en Facebook para "desmantelar" la estatua de Poseidón, originalmente programado para el 15 de julio.
Aunque el evento fue cancelado y no implicaba un acto de vandalismo real, reflejaba el malestar de una parte significativa de la comunidad local.
Según el organizador, la intención era simbólicamente "entregar los restos de Poseidón a Chaac", como una forma de expresar el descontento y restaurar la armonía con la naturaleza según las creencias locales.
Chaac, venerado como el dios de la lluvia, los rayos y el trueno en la mitología maya, juega un papel crucial en la agricultura y la fertilidad. Representado con frecuencia con rasgos anfibios o reptilianos, Chaac es objeto de rituales y ofrendas para asegurar buenas cosechas y prevenir sequías.
La teoría de que las intensas lluvias son una manifestación de su enojo ha resonado profundamente en la región, impulsada por relatos como el de la usuaria de TikTok @vicky_wolff, quien popularizó la idea de que Chaac reaccionó negativamente a la estatua de Poseidón.
SOPLAN PARA ALEJAR AL HURACÁN
Mientras tanto, en Playa del Carmen, Quintana Roo, la reacción ante el huracán Beryl ha sido distinta. Los residentes, convocados a través de redes sociales, se unieron en una curiosa iniciativa: soplar para alejar al huracán.
A través de las redes sociales, los playenses piden a la comunidad asistir y ayudar a que de esa manera ese fenómeno climático se aleje de la entidad. La cita es este miércoles a las 18:00, en el parque Fundadores, de acuerdo a la convocatoria asistirán más de 4 mil personas.
Este llamado simbólico ha generado una respuesta masiva y se ha viralizado rápidamente en las plataformas digitales, con numerosos videos y publicaciones mostrando a personas soplando al viento con mensajes de esperanza y solidaridad.
#Beryl Mira @VivoEnCancun Pues que todos están invitados a éste evento en Playa del Carmen… “todos a soplar”😂 #Cancun pic.twitter.com/stQg1c7fbB
— Carla (@CarlitaHidalgo) July 3, 2024
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que el Huracán Beryl podría tocar tierra en el país entre el 4 de julio por la noche o la madrugada del 5 de julio.
Bueno, después de que la destruyan se vienen a Playa Del Carmen a soplar.😮💨😮💨😮💨https://t.co/Qbw5aP5N05
— Edith (@dnaedith) July 3, 2024
Las reacciones evidencian cómo diferentes comunidades costeras enfrentan la amenaza de fenómenos naturales. En Puerto Progreso, la búsqueda de una solución tangible como la remoción de la escultura contrasta con la respuesta simbólica y comunitaria de Playa del Carmen.
