• 12 de Diciembre del 2024
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Descartan investigadores de la UNAM crisis por la devaluación del peso

El impacto en la economía diaria de los ciudadanos es mínimo, ya que la variación de 16 a 18 pesos por dólar no es significativa y no debería traducirse en inflación, consideraron

 

La reciente depreciación del peso frente al dólar ha generado inquietud en diversos sectores. Sin embargo, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sugieren mantener la calma, afirmando que no hay señales de crisis inminente.

Moritz Alberto Cruz Blanco, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), destacó que esta fluctuación es natural y no debería preocupar a la sociedad. “La preocupación es de quienes piensan que se verán afectados negativamente, es decir, quienes tienen activos financieros”, afirmó. Según Cruz Blanco, el impacto en la economía diaria de los ciudadanos es mínimo, ya que la variación de 16 a 18 pesos por dólar no es significativa y no debería traducirse en inflación.

Roberto Valencia Arriaga, profesor de la Facultad de Economía (FE) y tutor de posgrado, añadió que, aunque se ha mencionado el "nerviosismo" de los inversionistas, esto no refleja la realidad. "Si en verdad lo estuvieran, se hubieran ido", estimó. Valencia Arriaga señaló que el Banco de México intervendría si la depreciación se prolongara, tomando medidas para mantener la inflación bajo control.

En comparación con crisis anteriores, la actual depreciación es modesta. Valencia Arriaga recordó que en diciembre de 1994 la depreciación llegó a 60 por ciento en dos semanas, mientras que en la crisis de 2008 fue de 18.03 por ciento. La actual, de poco más de 8 puntos, es manejable y no debería causar alarma.

La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, indicó que, si la volatilidad persiste, el banco central podría intervenir. Esto incluye la posibilidad de ofertar más dólares en el mercado, utilizando las reservas para estabilizar el tipo de cambio. Otra medida sería aumentar las tasas de interés, haciendo más atractivas las inversiones en el país.

Cruz Blanco también subrayó que esta situación tiene efectos variados según los sectores. Un dólar más barato afecta a los exportadores y a quienes reciben remesas, aunque generalmente implica menor inflación, beneficiando a la sociedad en general. Además, un peso fuerte reduce el costo de los productos importados.

El investigador del IIEC mencionó que la Secretaría de Hacienda ha tomado medidas precautorias, como el pago anticipado de deuda, demostrando a los mercados que hay liquidez para cumplir con los compromisos en moneda extranjera y mitigando posibles riesgos cambiarios.

En conclusión, los expertos coinciden en que no hay síntomas de crisis. Los indicadores macroeconómicos se mantienen estables y los pronósticos de crecimiento siguen siendo positivos. El tipo de cambio promedio en lo que va del sexenio es de 19.55 pesos por dólar, y la situación actual no implica necesariamente un efecto adverso para la economía.