Reyes Rodríguez Mondragón, magistrado y hasta hoy presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ha decidido poner fin a su mandato como titular de esta institución, presentando su renuncia con efectos a partir del 31 de diciembre.
La decisión surge en medio de una creciente controversia generada por tres magistraturas que, la semana pasada, solicitaron su renuncia, argumentando irregularidades y la pérdida de confianza en su capacidad para continuar en el cargo.
“Ha sido una gran responsabilidad estar al frente del @TEPJF_informa y, por ello, es mi deber poner fin a la incertidumbre sobre mi permanencia en la Presidencia. He decidido presentar mi renuncia como presidente del #TEPJF y mi último día en ese cargo será el 31 de diciembre de 2023”, expresó.
El quiebre se hizo evidente el pasado 4 de diciembre, cuando tres de las cinco magistraturas decidieron no asistir al informe anual de labores de Rodríguez Mondragón ante el pleno de la Suprema Corte, marcando así la primera vez que un asiento de un magistrado electoral quedó vacío durante dicho informe.
Los magistrados Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes fueron los protagonistas de esta “ruptura”, evidenciando su inconformidad con la gestión del presidente.
La situación escaló con el intento de remoción de Rodríguez Mondragón el 7 de diciembre, durante una sesión del pleno.
El presidente del TEPJF logró evitar su destitución al retirarse, junto con la magistrada Janine Otálora, considerando que no había condiciones para un diálogo auténtico y libre de imposiciones.
Las críticas de los magistrados “rebeldes” apuntaban a una pérdida de confianza hacia Rodríguez Mondragón, centrada en su gestión administrativa y políticas de austeridad implementadas en el TEPJF.
El presidente defendió estas medidas, alegando que su administración eliminó vehículos oficiales, viajes en clase VIP, bonos de gasolina, peaje y alimentación.
La confrontación llegó a su punto culminante este lunes 11 de diciembre, cuando Rodríguez Mondragón, tras varias horas de negociación con sus detractores, aceptó su dimisión a la presidencia del TEPJF. Sin embargo, no renunció a su cargo como magistrado de la Sala Superior.
Con esta renuncia, la presidencia del TEPJF se renovará en enero de 2024, marcando un capítulo importante en la historia de esta institución. La controversia, centrada en diferencias administrativas y políticas, deja en claro la necesidad de una revisión interna y el fortalecimiento de la confianza institucional en el ámbito electoral.
