Doscientos sesenta niños que estaban en un campamento, en Georgia, Estados Unidos, se infectaron de coronavirus Covid-19. En el campamento había 600 personas y, aunque se tomaron medidas para desinfectarse las manos y las superficies, a los asistentes no se les exigió que utilizaran cubrebocas.
El día 22 de junio uno de los niños comenzó a sentirse mal y abandonó el campamento. Días después, en una clínica confirmaron que el niño tenía coronavirus Covid-19 y de inmediato rastrearon a sus contactos.
Las autoridades de Salud norteamericanas llegaron hasta el campamento YMCA, ubicado cerca del lago Burton, condado de Rabun, y comenzaron una investigación para determinar las causas por las cuales se había propagado el Covid-19 entre los asistentes.
Indicaron que las personas que estuvieron en el campamento tenían entre 6 y 19 años y precisaron que los muchachos estaban en habitaciones en las que dormían hasta 26 personas.
En cuanto los encargados del campamento recibieron el reporte del niño contagiado, comenzaron a enviar a los demás niños a sus casas para que los llevaran a consulta médica.
Un estudio de Salud indicó que los jóvenes se reunían en grandes grupos y que conversaban y cantaban en lugares con poca ventilación.
El informe indica que los encargados del campamento no exigieron que los jóvenes usaran cubrebocas y que no ventilaron las habitaciones debidamente.
En las clínicas les aplicaron las pruebas de Covid-19 a 344 personas que estuvieron en el campamento y 260 dieron positivo a coronavirus.
Las autoridades de Salud no dijeron si se sancionará a los encargados del campamento por no haber aplicado las reglas de manera rigurosa.