Ucrania lanzó el martes un ataque contra un arsenal militar en la región de Briansk, Rusia, utilizando misiles ATACMS, según medios ucranianos. El Ministerio de Defensa ruso confirmó el ataque, reportando que cinco misiles fueron interceptados, pero los fragmentos de un sexto causaron un incendio en la instalación militar, sin provocar víctimas.
Medios como Forbes Ucrania y RBC Ucrania atribuyeron el ataque al uso de misiles ATACMS, aunque el gobierno ucraniano no confirmó oficialmente la información. Estos misiles de fabricación estadounidense cuentan con alta precisión y capacidad de ataque a largo alcance. Washington autorizó recientemente su empleo contra objetivos en territorio ruso, una medida que marca una escalada en el conflicto.
El canciller Serguéi Lavrov, desde Brasil tras la cumbre del G20, calificó el ataque como una "nueva fase" de la guerra, acusando a Estados Unidos de colaborar directamente al proporcionar datos satelitales y apoyo técnico. Lavrov afirmó que este tipo de armas no puede ser utilizado sin la intervención de expertos estadounidenses, una acusación que eleva la tensión entre Moscú y Occidente. Advirtió además que Rusia responderá de manera "proporcional".
El sistema de misiles ATACMS, desarrollado por la empresa Lockheed Martin, fue utilizado por primera vez durante la operación Tormenta del Desierto en 1991. Los misiles cuentan con un alcance de hasta 300 kilómetros en su versión más avanzada y están diseñados para ser lanzados desde sistemas de artillería móvil como los HIMARS.
En octubre, el presidente ruso, Vladimir Putin, había advertido que el uso de misiles de largo alcance en ataques contra territorio ruso equivaldría a un acto de guerra por parte de la OTAN. Pese a las restricciones iniciales de Washington, Ucrania recibió recientemente una versión mejorada de los ATACMS, extendiendo su alcance operativo.
El ataque del martes se produce semanas después de que el Ejército ucraniano utilizara estos misiles para destruir un radar ruso en una ubicación no revelada. Sin embargo, esta es la primera vez que se confirma su uso contra objetivos dentro de Rusia.
El uso de los misiles ATACMS intensifica el debate sobre la implicación de potencias extranjeras en el conflicto. El canciller Lavrov insistió en que la doctrina nuclear rusa, actualizada recientemente, podría justificar respuestas contundentes en caso de ataques masivos respaldados por potencias nucleares.
Por otro lado, Ucrania también cuenta con misiles Storm Shadow, suministrados por Reino Unido, y SCALP-EG, proporcionados por Francia, aunque su uso en territorio ruso ha sido restringido por los países proveedores.
Escalada en la guerra
El ataque subraya el creciente apoyo militar de Occidente a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa. Estados Unidos había destinado en octubre 800 millones de dólares para potenciar la producción de armamento ucraniano, además de levantar parcialmente la prohibición del uso de misiles ATACMS en Rusia.
La situación sigue evolucionando, con informes que apuntan a una posible intervención de soldados norcoreanos del lado ruso, según declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a principios de noviembre.
El uso de misiles ATACMS en territorio ruso marca un giro en la estrategia militar de Ucrania, cuyo impacto podría tener repercusiones significativas en la dinámica del conflicto.
