• 05 de Mayo del 2024

Fuerzas Armadas de Ecuador recuperan el control de siete cárceles

El caos en las cárceles ecuatorianas se originó cuando el Gobierno se preparaba para implementar un plan destinado a recuperar el control de las prisiones

 

Las Fuerzas Armadas de Ecuador lograron recuperar el control total de siete cárceles del país, que estaban ocupadas por grupos de reclusos desde hace una semana.

Este operativo conjunto entre la Policía, militares y agentes penitenciarios se desplegó con éxito en distintas prisiones, incluyendo la Cárcel de Turi en Cuenca, la cárcel de Esmeraldas, la de Loja, y otras, marcando el fin de una crisis carcelaria que desencadenó violencia a nivel nacional.

La operación incluyó carros de combate, vallas metálicas y la participación de un considerable contingente de efectivos.

A diferencia de días anteriores, durante la intervención ya no se registró la presencia de reclusos en los techos ni se escucharon detonaciones. Las imágenes mostraron a los reos recostados en el suelo bajo la custodia de los uniformados.

Las acciones de las fuerzas de seguridad se llevaron a cabo en el contexto de un estado de excepción decretado por el presidente Daniel Noboa, quien identificó a los grupos de delincuencia organizada como "terroristas".

Este estado de excepción permitió la intervención de las Fuerzas Armadas para neutralizar a los grupos que generaban caos en las cárceles y en las calles.

La violencia desatada en las prisiones se trasladó también a las calles, con detonaciones de explosivos, incineración de automóviles, secuestros, asesinatos y asaltos. La situación llevó al presidente a declarar un "conflicto armado interno", enfatizando la gravedad de la situación.

La intervención en las cárceles se llevó a cabo con el objetivo de recuperar el control y liberar a más de 150 guardias y empleados administrativos penitenciarios que habían sido tomados como rehenes.

El presidente Noboa confirmó la liberación de todos los rehenes en una semana marcada por la violencia. Además, expresó su reconocimiento a las fuerzas del orden por lograr la liberación en diferentes cárceles del país. La incertidumbre y la preocupación previas a la liberación se tradujeron en un alivio para los familiares y el gremio de servidores penitenciarios.

El caos en las cárceles ecuatorianas se originó cuando el Gobierno se preparaba para implementar un plan destinado a recuperar el control de las prisiones, muchas de las cuales estaban dominadas por grupos delincuenciales internos. La rivalidad entre estos grupos ha resultado en masacres carcelarias, con más de 450 presos asesinados desde 2020.

La violencia, tanto en las cárceles como en las calles, ha posicionado a Ecuador como uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios intencionales alarmante. A pesar de los desafíos, la intervención exitosa de las Fuerzas Armadas y las acciones del gobierno para enfrentar el conflicto armado interno han llevado a un cierre gradual de esta crisis. Las autoridades ahora se centran en investigar y determinar responsabilidades en los hechos violentos ocurridos en las cárceles del país.