Soneto de invierno
Me bastó tu alegría y tu sonrisa
Idilio de unos sueños compartidos
Caminando los senderos del destino
Nos alcanzó la dicha con su brisa
De la glacial y tímida aventura
Escuchamos el rebato del invierno
Que en pausados momentos de locura
Intimidó nuestros pasos con su viento
Dejamos nuestras sombras que ahora ausentes
Caminando en silencio en los recuerdos
De ese tiempo de alegrías inocentes
Compartimos el epígrafe de un sueño
Vislumbrando en tu sonrisa la simiente
De aquél glacial e imperturbable invierno