• 02 de Mayo del 2024

Siete poemas de la escritora portuguesa Isilda Nunes

Es coautora de unas sesenta antologías nacionales e internacionales y autora de libros de poesía y prosa

 

 

Isilda Nunes es una artista y escritora portuguesa premiada y reconocida internacionalmente.

Sus poemas se han publicado en antologías, revistas y periódicos de unos cincuenta países y se han traducido a más de cuarenta idiomas.

Es coautora de unas sesenta antologías nacionales e internacionales y autora de libros de poesía y prosa.

A continuación te presentamos una muestra de su trabajo:

 

***

 

Las rosas se marchitaron

 

¡Las rosas se marchitaron en la sequedad de tu mirada!

¡Ya no las sueño, amor! ¡Ya no las lloro!

Nuestros cuerpos que alguna vez fueron uno,

hoy naufragan en la soledad de las palabras por decir.

Me envuelvo en un sentimiento, entremetido de letargo y nostalgia,

fijando el viejo reloj parado, en un tiempo que ya era nuestro,

en un tiempo en que nos amábamos como el mar y el cielo…

Y me petrifico en ese horizonte, donde mi cuerpo hecho barco hizo fondeadero.

¡La realidad me enloquece!

Me enlouquece el eco de tus pasos en las paredes desnudas,

ese adiós implícito en el nerviosismo de tus manos y en la flacidez de tu querer.

¡Me perturba la lenta llegada del invierno!

¡Las rosas que me diste se han marchitado!

Los besos húmedos de antaño, hoy pecan de aridez.

Se acabaron las caricias y los surcos de mi cara sudan gastados recuerdos,

pedazos sueltos de una historia,

que nuestra, ya no es.

La boca se secó al rechazar la despedida,

en esta muerte aplazada,

suspendida en la soledad de las palabras por decir.

¡Ya no sueño amor! ¡Ya no lloro!

 ¡Las rosas se marchitaron en la sequedad de tu mirada!

 

***

 

¡Madre, no quiero nacer!

 

¡Madre, no quiero nacer!

Sabes madre, tengo la piel tatuada con tu angustia,

mi cuerpo está cincelado por el dolor que te azota

y mi alma golpeada por las tormentas que te impusieron.

Sabes madre, me bebí todas las lágrimas que no brotaron de tus ojos

tus sollozos,

tu llanto,

tu clamor,

tu miedo,

y tu hambre de amor.

Me escondí en tus entrañas cuando esas grandes manos violaron tu integridad.

Madre, te han humillado. ¡Me han humillado!

Madre tengo miedo de vivir en tu mundo,

madre, no quiero nacer.

Sabes mamá, yo soy una niña.

 

***

 

El ultimo tren

 

De nosotros solo queda el dolor

que azota, con avidez, mi alma.

¿Dónde está el aroma del jazmín?

¿Dónde vive la primavera anunciada?

Hoy, el cadáver de mi

sobrevive en la tormenta de emociones.

Polvo translúcido

se arremolina en las grietas cavadas,

en la cara lacerada,

en el cuerpo torturado.

A manos del pseudo amor,

el sagrado femenino ultrajado.

La carne flagelada.

El alma inerte, en el atajo inducido.

En la curva del camino,

el último tren,

apela al desapego.

¿Y tú?

Fríamente aplastas el cigarrillo.

 

***

 

Olimpo

 

¡Que se convoque a los dioses!

En la morosidad incongruente blasfeman los astros.

El cosmos en desaliño exuda vocablos

que bogan en las interjecciones subjetivas de la nada.

En los intersticios de los sueños

pulsan los deseos en catarsis bulímica

Y en el parto alquímico nace el poema.

 

***

 

En la ciudad muerta

 

en la ciudad muerta,

a la cruz de la indiferencia.

Desaguan sueños en crematorios líquidos.

la locura decretada pasea,

deseos naufragados,

en pasadizos comunes,

en la ciudad muerta,

Del hambre a la sed, invade hospicios,

fantasmas juegan a ser niños

y los viejos tragan infancias.

emigraron los abrazos.

Ya no hay puentes para cruzar la noche,

hay ventas en este río,

dolor en este navío.

Caronte fuma un cigarrillo en la zanja principal,

simplemente apagón,

simplemente silencio,

solo sepulcro

en la ciudad muerta.

¿Y yo?,

¿y tú?,

¿y nosotros?

 

***

 

¿Y nosotros?

 

En la incuria del difuso amanecer,

Poseidón espuma.

La humanidad se hunde.

De la locura oceánica,

emerge la irracionalidad

en olores etílicos.

Embriaguez.

Incoherencia.

Alienación.

Ondas dantescas

oscurecen el supuesto amanecer.

¿Y nosotros?

En barcos de papel intentamos sobrevivir.

 

***

 

¡Urge renacer el Hombre Nuevo!

 

(Isilda Nunes)

 

¡Urge renacer el Hombre Nuevo!

A la luz de la alienación generalizada,

Gaia agoniza en la cruel pasividad de la ceguera consentida.

¿Dónde se cierne el abrazo? ¿Dónde reside la humanidad?

Los sueños verdes son abortados

en las pasarelas rubras del poder,

se defecan desechos en las aguas sagradas del Ganges,

los chicos juegan al tiro en las favelas de Brasil,

el espectro del hambre asesina la Etiopía,

la violencia se desplaza en Afganistán.

¡Y Gaia, la Madre Tierra, está muriendo en nosotros!

En la elocuente oratoria de la diplomacia anunciada,

Afrodita se pavonea en imponentes salones,

Zeus siembra regalos a cambio de laureles y fama, 

pseudodioses vagan en lujosos yates,

mientras que Hades impertérrito esboza el siguiente golpe.

Y Gaia, la Madre-Tierra, agoniza en nosotros.

Y en el camino expugnable de corrupción camuflada,

un hilo de voz, un susurro en las venas del Hombre Nuevo, apela al amanecer.

¿Dónde se cierne el abrazo? ¿dónde reside la humanidad?

 

***

 

Isilda Nunes tambinén ha participado y organizado numerosos eventos culturales, literarios y solidarios nacionales e internacionales.

Entre otros cargos, es Fundadora de la UMEA (União Mundial de Escritores e Artistas); Presidenta del Comité de Lengua, Literatura y Artes Oratorias de “Modern Pythian Games”; Asesora de la Presidencia de CIESART (Cámara Internacional de Escritores y Artistas) y Presidenta de CIESART-Portugal; Embajadora de la Paz y la Humanidad IFCH Marruecos; Vicepresidenta del Consejo de Supervisión de MEL (Mulheres Empreendedoras da Lusofonia); Miembro del Consejo de Administración de Editorial Atunis; Miembro de Número de la Academia LIK; Embajadora y Editora de Lengua Portuguesa en "The Archer".