• 19 de Abril del 2024

Nuevos poetas, voces que buscan la luz y escriben aquí y ahora

Nezahualcóyotl poema / YouTube/APROMECI

Son voces que buscan la luz, la lectura, el sacudimiento de la poesía de entretenimiento, voces que van definiendo y reafirmando estilos


Cuando nos referimos a la novísima poesía mexicana, estamos hablando de los poetas que están escribiendo y publicando aquí y ahora, y que los vinculan ciertas afinidades e incluso diferencias, pero que, en cierta medida, son hijos de una tradición con la que se identifican y la cuestionan.

Cierto que se utiliza la expresión para agrupar estéticas y propuestas poéticas a veces disímiles, y que dicha ligereza lleva a un análisis bastante llano. Pero igualmente cierto es que los escritores entablan un diálogo con la realidad que los circunda y que ese contexto compartido, así como otras circunstancias, generan ciertos denominadores comunes que puede ser útil señalar para entender por qué los poetas escriben lo que escriben.

Hice una pequeña selección de poemas de poetas con los que seguramente pronto el lector se irá familiarizando. Este universo poético se caracteriza por el texto de apertura, por un tono mesurado, acompañado de un gesto reflexivo que aleja el poema de la retórica, el giro forzado y las elucubraciones sofisticadas, a veces caras en algunos de nuestros poetas mayores.

Apostar por los poetas que van abriendo brecha dentro del estadio, a veces inhóspito, de las letras es también acompañarlos porque las resonancias de sus voces han tocado puntos de coincidencia. Pamela, Mariana, Angiie, Abraham, Liz, Rebeca, Simón, Litzy, Araceli, poetas mexicanos que forman parte ya de la nueva poesía que se está escribiendo en México. Son voces que buscan la luz, la lectura, el sacudimiento de la poesía de entretenimiento, voces que van definiendo y reafirmando estilos. Que el lector, como siempre, sea el juez en una lectura inteligente y sensible.

 

 

PAMELA GONZÁLEZ OSORIO

El agua vuelve al agua 

A veces crece el río y le pregunto 

¿iré a tocar el día?

Y hundo las manos en el porvenir 

se me escapa la tierra

y el agua ya me arrastra, me golpea

empedrada de gritos

Palabras, hojas, tiempo, arena, pasan

sin aromar la piel

¿dónde queda el amor después del cuerpo?

mera roca de luto

Naciendo estridente bajo el agua 

canto roto de auroras

Siento raíces llenando mis ojos 

extrañas de la luz  

Retengo una bocanada del día  

queda el eco soñando

Cedo la última brasa, así anochece

y el agua vuelve al agua.

 

 

MARIANA OLIVEROS

Olvida vejez, espejo

La cabeza tiñe blanco

y la piel es ente ajeno

cuando el alma se libera

de la exigencia del cuerpo

¿cambiar plata gozando oro?

Pensamiento no certero

creerse y crearse eterno

olvida vejez, espejo

¿cambiar plata gozando oro?

Galanterías, cortejos

gozando la juventud

incomprendido es lo viejo

¿cambiar plata gozando oro?

olvida vejez, reflejo.

 

 

ANGIIE GÓMORA

Luna

Luna sin abandono te suplico

Debes acompañarme sin descanso

Frías vicisitudes y me canso

Ellas acechándome en abanico

Máxima pesadumbre emocional

Llegan espeluznantes pensamientos

Siento que me derrumbo por fragmentos

Esto es un espectáculo bestial

Mi alma atemorizada te requiere

Luz que nos entrelaza y tranquiliza

Brillas exterminando lo que hiere.

Ráfagas de la luz que se desliza

Llena de fortaleza. Lo que quiere

Ella, es mi renacer de la ceniza.

 

 

ABRAHAM CAMPOS

Falso esclavo

Te condenaste forastero a la cadena.

Increpas la atadura al recuerdo

Sirves al amo con desidia:

porque la autonomía es un viaje

que se fragmenta al matiz de huellas

y la vida de servicio es de fácil toma.

Usurpas la comida y el reclamo

al vuelo de monedas

y aun así:

mancillas al que sirve con castigo

murmurando tras la celda sin barrotes

el conjuro a la promesa

a la sombra del sigilo

escarbando el propósito

que se aferra; atiborrada de sanguijuelas

sacudiendo el látigo de la pesquisa

Mi cuerpo es todo de agua y transparencia,

y la llaga cavila:

vestida de lluvia interior,

tu albedrío un festín de estiércol

que refleja el desencanto de tu paso

el peso inverosímil de la cadena

que roba tu aliento.

Miras con desdeño el tuétano de tu envase.

Miras tu intima nada

Miras la soga…

Y besas el cumulo de monedas

buscas el precio, ¿Y qué encuentras?

Que un esclavo vale mil veces más:

que habitas en medio.

 

 

LIZ LUNA LÓPEZ

Flores y centellas

De las ruinas ha nacido una estrella.

En la muerte ha sido siempre su origen.

Incierto es el rumbo al que se dirigen

y eterno el derrotero de ronzuella.

En cada extremo del mundo una armella

apuntala a los visillos que erigen

balcones, por si mis ojos exigen

retoñar en tu mirada centella.

Estos ojos perdidos en tu vida.

Tu vida, que es rimero de heliotropos,

vendaval, relámpago, hacha hendida.

En este corazón, tronco de chopos,

endeble ante tu presencia florida.

Firmamento incontenible de hisopos.

 

 

REBECA ATAYDE

7:00 pm

Piel de mar cuya boca es dulce río

Me sacia en el reposo de tu pecho

Limpia residuos de un mundo maltrecho

Tu beso me rescata del hastío

Resguardamos a la tarde del frío

De lo externo, que está siempre al acecho

El tiempo en nuestra contra está, sospecho

Retenerlo… No hay mayor desafío.

 

 

SIMÓN JUÁREZ

Los demonios

Quiebran la calma nubes de tormenta,

pueblan la noche trágicos lamentos,

suenan a marcha fúnebre los vientos,

llega silbando miedo que se asienta.

Cada vez más cercanos los tambores,

se oyen marchar afuera los demonios,

muertos sin fin, son mudos testimonios,

soles sin luz, auroras sin colores.

Cierro con fe mis débiles cerrojos,

para bloquear embate del maligno,

quiero borrar nariz, boca, mis ojos.

Todos anclados bajo mismo signo,

hito social que aplaca mis enojos,

sé que un mejor empeño me hace digno.

 

LITZY PAYÁN

Acuática región

 

Mi cuerpo es todo de agua y transparencia,

vaivenes viajan, buscan al guijarro

que incite roce, carne en pecho agarro,

las gotas dan mitades de mi esencia:

el arrebol irradia un hemisferio,

nubarrón lluvia encierra en el segundo.

De mi ser brota pétalo fecundo

emite aroma puro en cautiverio.

Los navegantes van a mi región,

alguno acerca manos y ennegrece

ecosistema, injuria el corazón.

Otro curioso, en cambio, se humedece

rostro en mis cauces, sana la afección

palpa las flores tristes, enverdece.

 

 

ARACELI AMADOR VÁZQUEZ

Madurez

surco de melancólicos horrores,

emerge de los mares escarlata

labrados de pasiones.

Es la segunda niña

gastada en mis arrugas

no hay vientre ni ilusiones,

se amamanta de recuerdos, dolores.

Conoce la juventud primeriza,

son hermanas de carne

una es pátina que los años cubre.

La otra es horno donde se funde el bronce.