A Macuailxochitl; flor de Xochimilco
Preludio de un cantor: Señor de la artes
que arropas me arropas
posees gloria, dios del canto:
¡Macuitlxochitl, bienvenido ¡
Ofrendas de flores, deposito,
elevo mi voz al cielo,
canto largas peticiones,
a la deidad del de la vida.
Danzas al movimiento
dulce alegría del día
como plumaje de quetzal
para darle fruto a mi semilla.
Flor de la nueva civilización:
viaje por el territorio del tiempo.
II
Modernización a tus pies
a la sombra del Tepozteco
guardián que mira de lejos
al buen estudiado chinelo.
Tierra del morelense
del buen ritmo de carnavales
Micuailxochitl, te presento,
al huehuetzin de buenos brincos.
Ellos mantienen la diversidad,
en custodia a la deidad del conejo:
pulque, algarabía y buena banda,
disfrutando siempre el presente.
III
La historia que evocaré
remembranzas de un pasado
mano a mano se unieron:
sangre, miedo y cicatrices.
Guerra sangrienta trajo el gachupín
hombre blanco evangelizador
conquistador de tierras indígenas
impositor del cambio de temporada.
Aquellos que tu nombre adoraban
dejaron de llevarte flores y ofrendas
se acabaron ceremonias y religiones
¡Macuailxochitl, los mataron a todos!
La Cruz fundó la señal
murió el pasto del bosque
renació el sol del pueblo
cambió la sangre de sus venas.
IV
Macuailxochil, divino seas,
Narré el nacimiento del chinelo
poetizando al dador de cambios
que hoy ya sabes quién es.
¡Vamos, te invito, danza,
danza y brinca; bendice
agita, regenera, expulsa
como la pluma del sombrero!
Señor de la artes
que arropas me arropas
posees gloria, dios del canto:
¡Macuitlxochitl, vuelve pronto!
Huitzilin, el mensajero de cantos
En el cálido amanecer,
la diosa Metztli se sonroja,
torna sus mejillas anaranjadas
como florecer de primavera.
Cuahuitl del oriente
suspira tembloroso e inquietó
ante el tacto implacable
dios del sol, Tonatiuh.
Xóchitl del occidente
mira fascinada al infinito
porque el arcoíris se crea
y se alimenta de sus sonrisas.
El gran Huitzilopochtli del sur
baja la mirada hacia el suelo,
contempla, ilusionado,
a su amiga Azquil, la trabajadora.
Escondido en silencio
observa el Huitzilin del norte
que vuela alto llevando el mensaje:
!Su familia es capullo de amor,
gloria a los dioses de Xochimilco!
Yo canto
Soy avecilla forjadora de cantos
entre las flores de mi chinampa
y la tierra que se desvanece por mis alas.
Tlazocihuapilli: mujer gobernante
Inventora de platillos silvestres
madre xochimilca de la alimentación
prepara a la mayordomía chile/atolli.
Mayáhuel: diosa de la embriaguez
Centzon totochtin (posesión divina)
da de beber a los cuatrocientos conejillos
—tus hijos de Xochimilco—
hasta que alcancen el éxtasis de tu sexualidad.
Xolo: canino del inframundo
Guía espiritual del difunto
perro que cruza el rio al Mitlán
¿Me llevarás sobre el liso lomo
de tu divina clemencia
una noche de media luna
en la cementera de flores?
Aline Rodríguez (Ciudad de México, Xochimilco, 1996) Estudia de Creación Literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Autora del libro Xochimilco: entre besos de tradiciones de la editorial El Arte de Soñar Despiertos (2022).
Forma parte de la antología del 4to Encuentro Efímero de Poesía de la editorial Pachuk Cartonera (2020), participó en la antología Homenaje de Escritoras y Escritores Contemporáneos, muestrario de la Ciudad de México de las editoriales Maya Cartonera y ediciones Ave Azul; así como también en el libro Poesía de terror en GaZeta Guatemala y en el mismo año fue copiladora y autora del libro digital Alas de Mariposa (2021). Forma parte de Palabra de Colibrí II del 2do Encuentro de Poesía, Minificción y Cuento Breve “Roberto López Moreno” 2022 del sello editorial El Canto de la Alondra.
Miembro activo de la Comisión de Literatura del Consejo de Cultura de la Alcaldía de Xochimilco y coordinadora del “I Encuentro Internacional de Poesía en Xochimilco: Identidad Cultura.