Lo hizo porque no podía quedarse petrificado, ante la afrenta de la derecha que, de manera tramposa, efectuó una manifestación, con la falacia de defender al Instituto Nacional Electoral (INE), de proporciones comparativamente muy menores.
Era menester reforzar la exacerbación de la expresión social, como un elemento fundamental de su lucha. Las calles son de la izquierda. No puede permitir que se le arrebaten.
Este domingo en la capital del país estuvieron unos 15 mil poblanos. La marcha, además, tuvo su encendido de mecha en Puebla, con la convocatoria que realizó, en un primer momento, el gobernador Miguel Barbosa Huerta y que luego retomó, en sus términos y a su estilo, el Presidente de la República.
La presencia de los poblanos, por esas y otras razones, tuvo una relevancia inédita.
“Amar a Dios en tierra de indios” o algunos lo utilizan como “tierra apache” es una frase coloquial, un gracejo, que se refiere a quienes triunfan y defienden ideales, incluso, en un terreno inhóspito. (que no se le dé otro sentido).
Los poblanos barbosistas, con su asistencia en una cifra de más de 15 mil, con genuino entusiasmo, aunque les hayan facilitado los medios de movilización, fueron a demostrar músculo a la capital del país.
Varios estados llevaron contingentes pequeños, aunque estridentes, en el más positivo de los sentidos.
Por supuesto, la cercanía del estado con la capital del país permitió esa concentración, pero también hay que decir que fue a medio gas, sin forzar la convocatoria.
Este próximo domingo 4 de diciembre, se celebrará la marcha original a la que convocó Miguel Barbosa y que terminó, sin proponérselo, por inspirar la marcha de este domingo, en la Ciudad de México.
Sin meter a fondo el acelerador, porque la movilización también es una cualidad que tiene peso y reflejo en las urnas y en las proyecciones electorales, la asistencia a la manifestación que comenzará en el Reloj del Gallito y llegará al Zócalo de la capital poblana, será nutrida como pocas.
Por descontado está que superará los 4 mil asistentes, en Puebla capital, que tuvo la marcha del falso argumento de la defensa del INE.
(Y es que se trata de sacar a una camarilla de instalados y privilegiados, que llevan lucrando con el presupuesto del instituto por más de 20 años, no de afectar la democracia).
La movilización cuenta y además inspira.
Si en tierra apache, como foráneos, los barbosistas mostraron fuerza, más ocurrirá en casa, es la previsión.
Esa es la base social de Morena en Puebla. Lo demás, es simulación.