• 29 de Abril del 2024

Un hombre solitario

 

 

Márcia Batista Ramos

 

 “Los sueños americanos son más fuertes en los corazones de aquellos que han visto Estados Unidos solo en sus sueños”.

Pico Iyer

Ivo recorrió largas vías al dejar su país en busca del sueño americano y envejeció deshidratándose de tanto llorar, mientras picaba cebollas para sobrevivir a cada paso del camino, dejando muy claro su incapacidad para tomar el camino correcto en su vida personal que siempre se tornó difícil.

Abrazó la ola de las izquierdas latinoamericanas en los irrepetibles años mozos y perdió muchos días en un calabozo porque estaba en el lugar equivocado en un momento desafortunado. ¿Cosas del destino? ¿Desatinos?

Ivo ya estaba cansado de las tazas que tenía. Aprovechó el día mundial del té y compró una jícara muy elegante, fue a conmemorar la fecha sólo en su casa, preparó un té ingles que compró en la tienda de delicatessen, colocó un cubito de azúcar, tres gotas de limón y movió suavemente. Todo un gentleman, con la camisa a cuadros descolorida al igual que el resto de su indumentaria.

Aspiró el aroma del té completamente absorto en el momento, dejando atrás el cúmulo de frustraciones que le acompañaban normalmente y habían surcado su rostro y emblanquecido su cabello. El aroma delicioso del té no dejaba espacio para tener conciencia de los tiempos difíciles, tampoco le permitía darse cuenta de su dolor, ni de su ira.

Mientras degustó la jícara de té, sonrío, olvidó de la muerte de sus padres y de las dos hermanas en el continente del sur. Dejó a un lado el dolor de no verlos en los últimos quince años y la certeza de no volver a encontrarlos en esta vida, sumada a la desconfianza de la existencia de un más allá, después de vivir años en el país del norte sin dioses y sin mitos.

Solamente él sabía de las dificultades de vivir en el país gringo, sin gozar de una profesión universitaria a causa de unas malas decisiones; tantas veces, su madre le rogó que estudiara; que terminara la carrera…. No hubo ganas, ni voluntad en su momento. Ahora era tarde para lamentar muchos años de malas decisiones. La vida estaba escurriéndose rápidamente. Los sueños se derritieron como se derrite la nieve después del crudo invierno del país del norte. Ni se había percatado, cómo los años habían volado en su exilo voluntario, en busca del sueño americano, de los ideales que garantizan la oportunidad de prosperar y tener éxito para lograr una movilidad social hacia arriba, que nunca llegó.

El té aromático en la taza nueva, era algo tan grandioso que hizo a Ivo desear que el día sea interminable. Lamentó no tener una compañera para compartir una taza del sabroso té. En ese momento supo que el karma de la historia convierte el país gringo en tumba de soñadores fracasados que en su momento debieron escuchar as sus madres y nunca debieron dejar su terruño.