Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia, marcó la historia de México gracias al cura Miguel Hidalgo en 1810, y dos siglos después, en 2012, vio a otro de sus personajes poner en alto al pequeño y hermoso pueblo mágico de Guanajuato.
Leonel Manzano apareció en la pista del Estadio Olímpico de Londres para disputar la Final de los mil 500 metros planos. Al ser el más bajo de estatura de los 12 participantes, y teniendo enfrente a los siempre favoritos africanos, era de los que menos posibilidades tenían de colarse al medallero.
Ese 7 de agosto de 2012, Manzano coronó una gran historia de esfuerzo que inició a finales de los 80’s, cuando con cuatro años dejó su tierra para irse con su familia del otro lado de la frontera para conseguir el sueño americano.
Durante una década Leonel y su familia estuvieron en Estados Unidos sin papeles, un común entre una gran cantidad de mexicanos que arriesgan su vida para buscar mejores condiciones, porque su país le ha fallado.
En Texas, desde niño, Manzano comenzó a practicar atletismo, y poco a poco fue escalando en resultados positivos, por lo que en 2008 se ganó su lugar para ir a los Juegos Olímpicos de Beijing, en los que terminó en duodécimo puesto de la semifinal.
Como parte del equipo olímpico de Estados Unidos, Leonel dio la carrera más importante de su trayectoria. En los primeros 400 metros se mantuvo en la parte media de la docena de corredores, para los 800 metros cayó al penúltimo puesto, pero en la vuelta final comenzó una remontada espectacular.
En la última recta, Manzano entró en sexto lugar, y en los metros finales, como auto de carreras, comenzó a acelerar y rebasó a cuatro corredores, incluidos los representantes de Etiopía y Kenia, para lograr el segundo sitio y colgarse la medalla de plata.
En los festejos, Leo ondeó la bandera de Estados Unidos, pero de la misma forma abrazó la bandera tricolor, por el orgullo de tener la bravura mexicana en la sangre, la cual le ayudó para esa remontada espectacular.
Aunque México oficialmente tiene 69 medallas olímpicas, la 70 simbólica está en casa de Leo Manzano, quien siempre se ha mostrado honrado de sus orígenes, es así que en sus redes sociales se le puede ver de visita en su pueblo, o en Real de Catorce, San Miguel de Allende o agradeciendo a la Virgen de Guadalupe por sus éxitos.
Tras su retiro como atleta profesional, Leo formó parte del reality show Exatlon USA, y se convirtió en conferencista. Y aunque en su país de nacimiento, donde el apoyo a los deportistas es escaso y lleno de pleitos federativos, no se le da el reconocimiento debido, el corredor de plata es el ejemplo de cómo Estados Unidos y México se benefician de la fuerza migrante.
Sus redes sociales:
FB: https://www.facebook.com/LeoManzanoTHELION