La descripción que brinda la UNESCO enmarca una definición que fortalece estas dudas, mencionado que “la IA permite que máquinas simulen aspectos de la inteligencia humana tales como la percepción, la solución de problemas, la interacción lingüística y hasta la creatividad”.
Pero vale la pena observar los ámbitos que ha revolucionado, como son la educación, comunicación, trabajo, salud, hogar, seguridad entre otros, a pesar de estos avances se hacen presentes problemáticas que crecen, como son la ética de la IA, la IA en la educación, equidad de género, desarrollo de capacidades en lo laboral, acceso a la salud y seguridad para las mujeres.
También la desigualdad en la esfera digital, debe ser equilibrada para cerrar la brecha, un ejemplo que lo muestra es el 30% de las personas investigadoras en el mundo son mujeres y el 43% de la población femenina mundial aún no utiliza internet, lo que hace evidente la clara necesidad de construir sociedades digitales inclusivas.
Un estudio de la UNAM (julio, 2024), expone un análisis de impacto del impacto e la IA en la vida de las mujeres, donde analiza los espacios y la forma en que contribuyen para las mujeres y el papel que han desempeñado, recomendando cerrar brechas de acuerdo al ámbito de estudio ya que se presentan de maneras diversas.
Por ejemplo, hablando del trabajo de cuidados se registra que en un 39% las mujeres dedican su tiempo en estas y el 54.3% a los cuidados recae en las mujeres (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022), por lo tanto, sería importante que la IA continúe su desarrollo en personalizar actividades de cuidado en el hogar para mejorar la calidad de vida y las mujeres puedan avanzar en su proyecto de vida.
Es importante también, incorporar herramientas en el sistema educativo para las mujeres ya que son las que presentan mayores rezagos, con métodos que brinden acceso a una alfabetización digital alrededor de la IA, modificando el trabajo para facilitar la automatización y sistematización en los procesos productivos y toma de decisiones. Lo que podría reducir el temor existente a una pérdida de trabajo causado por estos procesos de IA, logrando la integración del factor humano y la realización incluyente en la gestión de proyectos.
Es así, como en la educación se debe incorporar el aprendizaje tanto a nivel docentes como alumnado, para la potencialización de nuevos modelos didácticos y que sumen a la igualdad en el acceso a la tecnología y digitalización, impulsando la incorporación de las condiciones que viven las mujeres vistas desde sus implicaciones sociales y económicas.
Otros rubros en donde la IA sumaría al avance es el sector salud y la seguridad para todas las mujeres. En cuanto a la salud, enfocarla al desarrollo de condiciones en la calidad de los servicios que se brindan, desde la búsqueda de datos, diagnósticos y obtención de conocimientos para mejorar la atención y desigualdades que enfrentan las mujeres ante sus derechos sexuales y reproductivos. Y en cuanto a la seguridad, hay áreas que tomar en cuenta como son los sesgos que presentan los algoritmos y falta de perspectiva de género en el mundo digital, por lo tanto, de incorporar estos enfoques sumaría a garantizar los derechos humanos y espacios más seguro para todas.
La Inteligencia Artificial es un hecho, esta presente en nuestras vidas, por lo tanto, debemos observar la ética a favor de su correcta implementación, que permita la creación de beneficios para enfrentar las demandas cambiantes del mercado laboral, crear oportunidades, una efectiva ciberseguridad, diseño de contenidos sin sesgos que continúen replicando desigualdades y ampliar el acceso a estos sistemas para las niñas y mujeres que permitan adaptarse ante la era digital. Y que la Inteligencia Artificial sea de acceso universal para todas las personas.
Hasta la próxima, @gabypbazan
gabrielapbazan@gmail.com
