• 07 de Diciembre del 2024
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Empate entre Barcina y Barcos

 

 

Alberto Ibarrola Oyón

Yolanda Barcina ocupó el cargo de alcaldesa de Pamplona/Iruña durante un periodo muy complicado a causa del terrorismo etarra, mientras que Uxue Barcos era concejala en el mismo Consistorio, lo que compatibilizaba con un escaño en las Cortes Generales. El enorme trajín de la segunda extrañó a todo el mundo porque, además, coincidió con su cáncer de mama, pese al cual conseguía firmar todas las actas de asistencia. Barcina cambió la Alcaldía de la capital por la Presidencia del Gobierno y permaneció en el cargo una legislatura completa (2011-15).

La grave crisis económica no permitió que ejerciese un mandato normalizado porque surgieron casos como el de las dietas de la CAN. En la actualidad, no se dedica a la política, aunque al parecer ocupa sillones de gran relevancia en la empresa privada.

Uxue Barcos fue la candidata de Nafarroa Bai al Congreso de los Diputados y, con una proyección de mujer con cáncer de mama, consiguió ser reelegida por Geroa Bai, con un enorme sostén financiero del PNV y un insólito apoyo mediático del Grupo Noticias, la cadena SER y otros medios de comunicación, como Navarra TV, sin olvidar que incluso Diario de Navarra siempre le ha otorgado un trato deferente, tal vez por ser licenciada en periodismo por la Universidad de Navarra, pese a haber sido una rival directa de la derecha regionalista y, en líneas generales, totalmente contraria a cualquier tipo de conservadurismo.

Consecuentemente, alcanzó en 2015 la Presidencia del Gobierno foral, donde se mantuvo una sola legislatura, lo mismo que Barcina. En cambio, María Chivite atraviesa ya por su segundo mandato presidencial. Después de que Geroa Bai perdiese las elecciones en 2019, y después de que el PSN las volviese a ganar en 2023, Barcos ha sido designada como senadora por el Parlamento foral, no como consecuencia de los votos obtenidos, sino como parte integrante del pacto de gobernabilidad entre su formación política y el PSN. En el Senado, sus intervenciones son muy esporádicas. Ocupa un cargo de honor institucional, pero sin competencias reales ni efectivas.

Con todo, hay que decir que resulta evidente que el apoyo de Geroa Bai al Gobierno presidido por Chivite les resulta muy doloroso a los abertzales; todos recordamos aquellos eslóganes del ambiente abertzale radical en que se equiparaba totalmente al PSOE con el PP. Eso explica, por ejemplo, que Koldo Martínez, político que alcanzó la primera línea por proclamar abiertamente su homosexualidad, haya arremetido estos días con una violencia verbal inaudita contra los dirigentes socialistas con motivo de la baja laboral psicológica que se ha cogido el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Queda claro una vez más que Geroa Bai no se encuentra a gusto gobernando con el PSOE-PSN. Y sin embargo, ¿cuál es la alternativa?, se preguntan. Lo tienen muy claro y eso marca su estrategia política: que gane EH Bildu las próximas elecciones porque si no, siguiendo así se perpetuará la misma dicotomía de siempre en la gobernabilidad navarra: o el PSN o UPN. Y a eso ha apuntado Barcos desde antes de las elecciones de 2019, cuando Geroa Bai ya sabía que no reeditarían aquel clamoroso Gobierno del Cambio, cuya seña de identidad es la anulación del Tribunal Supremo de la Ley Skolae, que se proponía enseñar sexualidad en la escuela a los alumnos desde la más tierna infancia.

Verbigracia, una consecuencia directa de esa política educativa se ve en que el rótulo del Instituto Público del barrio pamplonés de Iturrama está pintado con los colores del arco iris, emblema del LGTBI+, como si se invitase a los adolescentes a iniciarse en la homosexualidad o la transexualidad.

Siempre he sido partidario de respetar a todo el mundo, pero no de inculcar a los jóvenes prácticas sexuales que ellos ni siquiera han valorado previamente. De todos modos, Uxue Barcos y sus acólitos llegaron a la conclusión, cuando tuvieron ocasión de gobernar, de que la única solución para alcanzar sus aspiraciones políticas pasa por un gobierno liderado por Bildu. Y en este sentido el PNV tendrá que replantearse su política de pactos en Navarra tarde o temprano si desea seguir permaneciendo en el bando de los demócratas frente a los radicales.