Sin embargo, el Pueblo es una masa heterogénea como dijo Gramsci. Ahí está el proletariado y también la clase media, también llamada clases subalternas. que se ha integrado a la masa trabajadora. También está el pueblo descontento, el de a favor del oficialismo y el de en contra. Ahí caben todos. El pueblo opositor, también.
La oposición que no acaba de levantarse del revolcón democrático lanza pedradas, zarpazos de animal herido, de un animal político que no encuentra los caminos para oponerse a la aplanadora de Morena. Los anticlaudistas lanzan anatemas, injurias, exigencias. Claudia mantiene la serenidad, y el Pueblo aguanta, le da su voto de confianza.
Se agitan las aguas en contra de la presidenta. El Poder Judicial resiste, se aglomera y se hace presente en la reunión de empresarios de los Estados Unidos con los empresarios mexicanos. Tiran vallas, lanzan consignas: “Arriba, arriba la justicia. Abajo, abajo la reforma": es ignorado.
El proyecto Tren México-Querétaro es más que aplaudido, al Pueblo le gustan los trenes, aunque a veces no sirvan más que para proyectos sexenales (se recuerda el antiguo fracaso del tren del mismo nombre que acabó en vías abandonadas, como en algún cuento de Juan José Arreola).
Y las críticas se acentúan en las redes sociales donde el arroba da cierta impunidad. “El proyecto del Tren México Querétaro no es una idea original de Claudia Sheinbaum. Ya lo intentaron antes Fox, Peña Nieto y López Obrador. La gran diferencia es que Fox y Peña Nieto proponían un tren bala. López Obrador un tren de vapor y Claudia quiere un mediocre trolebús” (sic).
También ese martes 15 de octubre la periodista Azucena Uresti escribe con el hashtag #LaMañaneraDelPueblo: “La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la desaparición del INAI, no quiere decir que va a desaparecer la transparencia en el gobierno, insistió, en que, por el contrario, serán mucho más estrictos en la transparencia que estará a cargo de la SFP”. ¿Se pregunta el Pueblo si será a la antigüita, en aquel perfecto y añorado priorato?
Impudor Político publica un cartón político que incluye a García Luna con sus 38 años de condena.
“No es Felipe Calderón, Genaro García Luna, López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Chumel o Loret en Latinus es el pueblo bueno y sabio recordándole a Miguel Ángel Yunes Márquez que se vendió al dictador. Aplausos 👏👏👏 “
En Ciudad Victoria, Tamaulipas, se responsabiliza a la Guardia Nacional del asesinato de la enfermera Yuricie Rivera y, en otro hecho, fallece la niña Lidia Iris Fuentes al quedar en medio de una persecución. A una semana, sin culpables. Y ante lo dicho en la mañanera “Se está investigando”, el Pueblo se pregunta: ¿cuánto dura el gerundio?
Pero Claudia Sheinbaum también da las buenas nuevas: “A partir de enero de 2025 todas las y los estudiantes de secundaria pública tendrán la beca Rita Cetina. Fuimos de sorpresa a la asamblea informativa de la escuela Moisés Sáenz en Papalotla, Estado de México. La educación es un derecho, no un privilegio”.
Y la injusticia, -el Pueblo corrige: La Justicia) se pasea entre la Reforma Judicial, declaraciones, denuncias y desacatos. La jueza Nancy Juárez Salas da un plazo de 24 horas para que el Diario de la Federación elimine la publicación de la Reforma Judicial. Nones contesta Claudia. Monreal amenaza con denunciar a la jueza, luego recula. Amor y paz.
El Pueblo politizado ahora lee, se informa, y lee la columna de José Luis Martínez S., en Milenio, que cita a Juan Villoro para definir lo que es la política: “…es, entre otras cosas el arte de tragar sapos (y simular que son sabrosos)”.
Y duro y dale con lo de Felipe, el sexto, y el perdón de España a México, ¿que no era Castilla en 1521? Qué enredo.
La jefa entrega a militares el encargo de tren a Querétaro, se aplaude y de pie. “El territorio está desperdiciado de esta vía de comunicación. 77 puentes, 12 túneles, tres viaductos y dos libramientos”. Acaso el trabajo transforme al soldado en hombre.
Y Claudia escucha al Pueblo, y también se entera de los chismes, las calumnias y los enojos entre José Ramón López Beltrán y Carlos Ballarta.
Claudia, el Pueblo y la oposición escuchan al romancero, que lleva y trae noticias, se tragan los sapos, y hasta les saben buenos.
