“El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”.
Gabriel García Márquez
Macondo y los Buendía, de Cien años de soledad, nos ha quedado en la memoria colectiva, incluso aunque la novela nunca se haya leído. Y la frase: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”, es quizás, junto con la del inicio de El Quijote, de las más evocadas en la literatura.
En la obra de Gabriel García Márquez, una serie de personajes y narraciones fantásticas desgranaron la aventura literaria del Realismo Mágico. Cien años de soledad y Macondo, constituyen un laberinto de historias donde sus personajes caminan para evocar sus recuerdos, sus anhelos, pasiones, y que se han quedado en el inconsciente colectivo como un paisaje de la imaginación.
Conocer la obra de Gabriel García Márquez es un gusto; acceder a cada uno de sus libros, una fortuna; desentrañar sus textos, un privilegio.
La fundación de la Casa Cien Años se ha dado a la tarea de difundir la obra del Nobel colombiano. Pero no sólo eso, imparte talleres para escritores y periodistas, y cursos gratuitos que están al alcance de cualquiera que quiera adentrarse en el universo de la obra de García Márquez y de la literatura universal.
Y en este contexto, el primer curso en línea Gabriel García Márquez, de la crónica a la ficción, con diez sesiones, promete una enriquecedora experiencia donde se abordarán los inicios del escritor como periodista con los Textos Costeños, y un paseo literario por sus grandes novelas como Crónica de una muerte anunciada y El Coronel no tiene quien le escriba.
Sin duda no podría haber mejor elección para realizar esta labor que su director de proyectos Juan Villoro, que con su mano generosa, siempre dispuesta a compartir sus conocimientos y esa capacidad para comunicar con sencillez, cautiva al público en general y a los espíritus aventureros a sumergirse en el universo de la literatura.
Su primera conferencia ha dejado una grata sensación, un grato instante digno del realismo mágico para los que admiramos a Gabriel García Márquez y a Juan Villoro. Un binomio literario con los que no suele uno encontrarse todos los días.
Sin duda alguna Casa Cien Años, ha puesto un peldaño para los que aspiramos a ampliar nuestros conocimientos en el ámbito de las letras, o para los que simplemente disfrutamos con navegar por los meandros de ese río infinito que es Gabriel García Márquez.
Es de admirar y reconocer la gran labor realizada por esta iniciativa de la Fundación para Las Letras mexicanas y todo su equipo de colaboradores. Tiene su sede en la Calle de La Loma número 19, en San Angelín, en la Ciudad de México, donde viviera Gabriel García Márquez; pero sus fronteras no tienen límites y sus conferencias llegan a un amplio auditorio en todo el mundo.
Cada miércoles a las siete treinta de la noche me sumo al amplio público como un oyente más en la inmensa aula digital, y en la soledad, atisbo los rincones secretos y mágicos de la literatura, y pienso en la imagen de Aureliano Buendía, cuando su padre lo llevó a conocer el hielo.