• 21 de Noviembre del 2024
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Genealogía de Jalisco

El arte de analizar y definir los árboles genealógicos de cualquier persona, no es tarea sencilla

Aldo Fulcanelli

Fue Samuel Johnson quien dijo que en el idioma, se encuentra el árbol genealógico de una nación; no se equivocó. A la anterior aseveración, habría que añadir la cultura y las costumbres de los pueblos del mundo, como una parte indisoluble de esa rama del saber humano; que representa la genealogía.

Pero si alguien sabe del impacto que los árboles genealógicos producen en las personas-independientemente de su raza o credo-, es Alfredo Peña y Pérez Plazola; erudito que lleva al menos 37 años, dilucidando los vínculos ancestrales de las familias más importantes de Jalisco.

Autor del libro: “Genealogía de la familia Michel: Aportación a la lucha cristera en defensa de la fe por parte de algunos de sus miembros y otras familias de Jalisco”, el investigador, ha logrado remontarse hasta 1200 años atrás; comprobando los lazos familiares que además, conllevan registros de nacimiento, matrimonios, defunción y otros documentos de innegable valor histórico.

Su aportación a la cultura, a través de artículos y conferencias sobre el tema, lo ha llevado a desempolvar acontecimientos como la fundación de Guadalajara o la Guerra Cristera, por ejemplo; también los vínculos de los Michel con otras tantas familias ilustres, cuyos antepasados comunes son Cristóbal de Ordoñez y Juan Michel, fundadores de la perla tapatía.

Pero el arte de analizar y definir los árboles genealógicos de cualquier persona, no es tarea sencilla; requiere entrega y desvelos. Hay que conectar antepasados a través de los registros de vida, investigar apellidos, confirmar información. Gracias a la existencia de la genealogía, familias enteras han logrado poner en claro sus lazos ancestrales, reclamar alguna herencia; o sencillamente comprender cuál es su origen.

Dar luz a través de la cultura y el conocimiento, es una labor que Alfredo Peña y Pérez Plazola, asumió como una obra de vida, a partir del bachillerato; allá en Chula Vista, California, cuando sus profesores le encomendaron que hiciera una reseña de su propia familia.

Su investigación fue la mejor, logrando además descubrir que su familia; estaba dentro de las 10 primeras en asentarse en “El Grullo”, Jalisco. Desde entonces, la vida de este erudito, se desenvuelve entre la tenue luz de las velas, la infaltable lupa, el amor por el conocimiento y los antiguos registros; todo bajo la sombra de la irresistible medianoche.

Los documentos a los que este investigador tiene acceso, lo han llevado a entender las costumbres, aficiones y aportación histórica de familias trascendentes de Jalisco; tales como los Corona, Uribe, Godoy, Brizuela, y como ya se dijo; los Michel, quienes según los conocimientos del genealogista; comparten ancestros con personajes tan diversos como Concha Michel, Lupe Marín, Alfonso García Robles, y hasta Juan Rulfo.

Afecto a las horas de desvelo en la búsqueda de respuestas históricas sobre las familias; Alfredo Peña y Pérez Plazola, ha sido consultor de genealogía Mexicana para el Centro de Historia Familiar en San Diego. También, es miembro de la Asociación de Genealogistas Profesionales de Estados Unidos (APG, por sus siglas en inglés) e incluso; de la Sociedad Hispana de Investigación Ancestral y de Historia (SHHAR, por sus siglas en inglés).

El contexto binacional de la cultura no le ha sido ajeno, y sus descubrimientos en materia genealógica, lo llevaron a ofrecer conferencias en el Centro de Historia Familiar de San Diego, o la Sociedad Genealógica de Chula Vista;  donde dio luz acerca de las familias norteamericanas descendientes de  mexicanos, e inclusive: sobre los vínculos familiares de algunos conquistadores; y sus descendientes.

Por si esto no fuera poco, el erudito, encabeza su propia agencia denominada: “Ancestros, Investigaciones Genealógicas”, y ya prepara su propio libro: “México entre dos guerras: Genealogía e historia de familias involucradas en la Revolución Mexicana y la Primera Guerra Mundial”.

Cada madrugada, el conocedor del saber ancestral de la genealogía, sorprende a sus contactos y lectores con más fichas, árboles genealógicos, historias de familia y conexiones impensables entre personajes de la política o el espectáculo; todo a partir de lazos familiares hasta ahora desconocidos.

La tarea de investigación del genealogista Pérez Plazola, incluso, permitió a quien este artículo escribe; conocer que también soy descendiente de Cristóbal de Ordoñez y Juan Michel, fundadores de Guadalajara.

Entre añejas fotografías, inscripciones que solamente un sabio podría llegar a discernir, escudos y bibliotecas, se desenvuelve la hermosa tarea del genealogista; alguien que a través de la cultura, acompaña a la humanidad en este ciclo tan calamitoso como sorprendente.

Esto último me recuerda la frase de Miguel de Unamuno: “La libertad no es un estado sino un proceso. Sólo el que sabe es libre. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura”.