¿Qué? ¡Ah! nomás dos tequilitas. Aquí a un fraccionamiento muy cerca, son como cinco minutos. Es mi camino de todos los días, poli, me lo sé de memoria. No estoy llorando, es que este maldito rímel se corre todo el tiempo. Al principio se ve padrísimo, pero como a la hora ya está todo chorreado. Ya me dijo mi mamá que no compre maquillaje corriente. ¡Ay qué lindo, gracias! Y eso que ya estoy pachona. ¿Cuántos me calcula usted? Tibio, tibio. ¿Ya ve? Ajá, dieciocho. Ya puedo votar, aunque todavía no tengo mi credencial. La semana pasada fue mi cumple. Gracias. Cómo no lo conocí antes, lo hubiera invitado a la fiesta. Siempre me dicen que me veo más chica, es que estoy bien flaquita, pero soy muy fuerte, mire. Todos los días hago mi rutina de pesas en el gym.
Aguánteme, yo me bajo solita. Nomás deténgame ahí la puerta, porfa. ¿Cómo va a estar roto? Así es. Que no, así los venden en la tienda. Son los pantalones que están de moda. Pos, sí le digo. No invente, ¿cómo le voy a soplar ahí? Ha de estar bien babeado. A ver, ¿a cuántos le hizo la prueba hoy? ¿Ya ve? No, mejor camino por la rayita. ¿Los brazos dónde? ¿Así? Ahí voy. Uno, dos, tres… ocho. ¿Eh? Para nada. Ya le dije que nomás dos tequilas y en caballito. Bueno, a lo mejor también una copa de tinto, pero estoy súper acostumbrada. Porque mis papás siempre comen con vino. No, son mexicanos. Ah, porque mi abuelita es inglesa. Dicen que nos parecemos un chorro. ¿Le gustan? Sí, son azules, pero me cambian con el color de la ropa. Ahorita se me ven medio grises. ¡Cómo será, lo voy a acusar con su esposa! Ay, ¿a poco? Seguro hasta tiene tres hijos y el más chiquito todavía usa pañales. Eso dicen todos cuando quieren ligar. No es cierto, poli, se me salió. Yo respeto mucho a la autoridad.
Bueno, entonces… ¿ya me puedo ir? Ya le dije que voy aquí cerca. Pues a dónde va a ser, a mi casa. Híjole, ya es bien tarde. ¡Ja, ja, ja! Ya es temprano. Dice mi papá que antes de las doce nunca es tarde y que después, siempre es temprano. ¡Ja, ja, ja! Es súper ocurrente mi Pá. Ándele, acompáñeme pues. No, usted váyase en su patrulla. ¿Qué tal si alguien lo ve en mi coche? Oh, qué necio, bueno… ¡súbase ya! Ahí están, pegadas. No me agarre, oiga, qué mandado. ¡Ash! Pero entonces del codo o así, en la cintura me dan cosquillas. Por todo el bulevar, porfa. ¿Nos va a seguir su compañero? ¡Qué padre! Voy a llegar con escolta. Sirve que así no se regresa a pie. Hay que caminar mucho. Suerte que lo encontré, porque ya me estaba dando sueño. ¿Me puedo recargar tantito en su hombro? Mientras se sigue todo derecho hasta que vea el club y ahí me despierta.
Vamos a poner musiquita, ¿le gustan los Black Eyed Peas? ¿Neta? Don't, don't, don't, don't, stop, stop, stop, the, the, the, don't stop the party. ¡Son lo máximo! ¿Cómo cree? ¿Ya tan pronto? ¡Yyyyyeeeeiiiiiiii! Ya llegamos. Maneja usted bien rápido, poli. Se ve que atrapa muchos delincuentes. Ahí, en esa entradita se da la vuelta en U. ¿Cómo va a estar prohibido? ¡Újule, pus, va a tener que infraccionar a todos los vecinos! ¡Ja, ja, ja! Nomás quédese aquí parado y va a ver cuántos se la dan. Bueno, ya es de noche y está bien oscuro, pero mañana puede venir para que vea que no le digo mentiras. Ahorita que llegue a la caseta le dice que vamos al closter 888, o me asomo, ya me conocen. Seguro el que está es don Panchito. Está malo de la pierna, lo atropellaron, ¿usted cree? Pero es bien buena gente.
Que se quede afuera la patrulla porque si no me va a quemar. Dígale por el radio, así como en las pelis: “veintiocho-treinta y dos, tengo un siete” ¡Ja, ja, ja! Dígame unas de sus claves, ¿no? Para que les cuente a mis amigos. ¿Cómo le hacen cuando les avisan de un robo? Ay, no se enoje. Hágale señas entonces. ¿Sabe qué? Apúrele porque creo que quiero vomitar. Le digo que venía muy fuerte. Mejor párese tantito. ¿No trae un agua mineral en la patrulla? ¿Nunca les da sed? Que me dé el aire, ¿no? Bueno, pues no. Oiga, pobre de su esposa, es usted bien mandón. ¡Qué feos modos! Cómo cree, es que no me gusta que me hablen golpeado. Lo perdono. ¿Y si me quedo dormida? Mejor ya lléveme a mi casa.
Y a todo esto, ¿cómo se llama usted? Ah. Yo tenía un amigo Víctor en el kínder, pero ya nunca lo volví a ver. ¿Se sabe el chiste del que se quería cambiar el nombre? ¡Ja, ja, ja! Sí, ya es viejito. ¿Yo? Camila, pero todos me dicen Mili. Aquí, aquí, porfa. Ahí donde están los cuatro arbolitos, junto al Audi rojo. Si quiere ya bájese, va a tener que caminar un buen. En serio que es usted bien amable, qué pena. Pues aquí tiene su casa poli, digo, Víctor. ¿No quiere entrar tantito? Bueno, es que no me acostumbro con el uniforme… ¿no quieres pasar? No. Se fueron de vacaciones y mi hermano tampoco está. Ándale, te invito un vasito de refresco o algo, es que ya se me espantó el sueño.
Seguro ya se acostaron todos, nadie se entera. Ah, nomás la cocinera y Lupita, no te preocupes. Pásame el IPod y seguimos oyendo a los Black. Don't, don't, don't, don't, stop, stop, stop, the, the, the, don't stop the party. Ay, gracias. Pues, mi mamá es la que arregla. Le voy a decir que te encantó el jarrón, vas a ver, le va a dar un gusto... es re vanidosa. ¿Te sirvo un tequilita? Uno no es ninguno, dos es medio... ¿a qué hora sales de trabajar? ¡Uy, todavía te falta! Yo sí me voy a tomar uno, ¿o qué? ¿Me vas a poner una multa? ¡Ja, ja, ja! Esta es mi parte preferida, oye: get up off my genitals, I stay on that pinnacle, chewin up my lyricals, call me verbal criminal… ¿Sabes inglés? Te digo que mi abuelita es inglesa. No, ya vive acá, pero tenemos familia y vamos como dos veces al año. Sí, hace muchísimo frío. No, ahorita no tengo. ¿Bailas?
Oye, qué buena onda eres, yo creía que los polis eran unos nacotes, pero tú hasta pareces niño bien de tan educado. No tan cerquita. Esta rola es movida, tú allá y yo acá. ¿Por qué me va a hacer daño? Es buen tequila, puro agave. A mi papá le encanta lo fino. Mmmmm. Bueno, pero nomás de piquito. Sin meter la lengua, Víctor, ¿eh? ¿Para qué te quitas la camisa? Qué antinice. Sí, ¿verdad? Aquí adentro hace mucho calor… ¡Órale, yo también entonces! ¡Ja, ja, ja! Ya me tiraste, es que están bien pegados. No me los jales de los hoyos, lo roto es lo bonito, pero así como están. Ah, sí, están lindos, son de Victoria´s Secret. Siempre que compro en esa tienda me pongo a pensar cuál será ese secreto. Pues, el de Victoria, ¡Ash! Qué teto eres.
¿Traes condones o nomás esposas? ¡Ja, ja, ja! No, pérate, yo tengo en mi cuarto. Qué bárbaro, eso sí es pistola.
Ni creas chiquito, de ahí soy virgen. Now baby don't you stop it, stop it, stop it. You can't stop us now...
─ Pá… hola. Oye, ¿qué crees? Anoche se metieron a robar a la casa.
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Twitter: @mldeles
De la Autora
He colaborado en el periódico Intolerancia con la columna "A cientos de kilómetros" y en la revista digital Insumisas con el Blog "Cómo te explico". Mis cuentos han sido publicados en las revistas Letras Raras, Almiar, Más Sana y Punto en Línea de la UNAM y antologados en “Basta 100 mujeres contra Violencia de género”, de la UAM Xochimilco y en “Mujeres al borde de un ataque de tinta”, de Duermevela, casa de alteración de hábitos.
He sido finalista del certamen nacional “Acapulco en su Tinta 2013”, ganadora del segundo lugar en el concurso “Mujeres en vida 2014” de la FFyL de la BUAP, obtuve mención narrativa en el “Certamen de Poesía y Narrativa de la Sociedad Argentina de Escritores”, con sede en Zárate, Argentina y ganadora del primer lugar en el “Concurso de Crónica Al Cielo por Asalto 2017” de Fá Editorial.
He participado en los talleres de novela, cuento y creación literaria de la SOGEM y de la Escuela de Escritores del IMACP y en los talleres de apreciación literaria del CCU de la BUAP.