Aferrado al sueño de conseguir una embajada en un país de Europa, Omar Fayad, el gobernador hidalguense lanzó una argucia contra Alejandro Moreno Cárdenas para justificar sus desaciertos frente al PRI y justificar su genuflexión frente a la cuatroté y Morena.
En este punto, ambos tienen responsabilidad, Alito permitió a los gobernadores priistas jugar a la conveniencia. Ser parte de la alianza federalista o seguir en la anquilosada Conago. No tomó las riendas ni institucionalizó línea de trabajo ni un discurso opositor con fondo y fortaleza. Los resultados son un gobernador con ganas de traicionar al partido que lo llevó al poder.
Fayad poco a poco se convirtió en un político de intereses ajenos a la ciudadanía y al partido que lo encumbró y le dio a manos llenas fuero y gubernatura. A cinco meses de los comicios, el mandatario se inclina por Morena para ganar la gubernatura. Sus acciones para retener uno de los últimos bastiones priistas es nulo.
“Si ganara Morena, con cualquiera de los personajes de Morena que hoy han levantado la mano, ofrezco una transición a la altura de lo que hoy somos los hidalguenses: transparente, tersa, dando todas las facilidades”, ofreció el mandatario.
A cambio de su entreguismo hacia el partido en el poder está en su aspiración política alcanzar una embajada en un país europeo. Ha sido con Francia donde ha tenido más acercamientos con sectores económicos y sólo necesita el empujón diplomático.
Morena pinta como favorito en las encuestas para la elección de junio, aunque también sumó dos triunfos al hilo por el Congreso de Hidalgo. En 2018 arrasaron con 17 de los 18 distritos electorales y en 2021 la oleada fue menor, pues compartió la victoria con tres aliados, pero mantuvo la mayoría legislativa.
Omar Fayad está a medio paso de ser expulsado del PRI ya que los estatutos señalan en el artículo 250 fracciones V y VI que sus causales son: Difundir ideas o realizar actos con la pretensión de provocar divisiones en el partido; así como Solidarizarse con la acción política de partidos o asociaciones políticas antagónicas al partido.
El declive electoral se replicó a nivel federal, dado que Morena barrió con los siete distritos a la Cámara de Diputados en 2018. Para 2021, el frente común del PRI con los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática apenas pudo arrebatar el Distrito 1, con cabecera en Huejutla, mientras que el resto permaneció con la coalición oficialista.
El desgaste del tricolor en Hidalgo se sintió hasta en 2016, cuando Fayad fue electo gobernador. El PRI, por sí solo, apenas obtuvo 10 de los 30 diputados locales. Además de que a trasmano el gobernador se mueve para salvar su libertad ya que de no darse una suave transición sabe que el expediente negro que está detrás de él saldrá a la luz y Morena lo que necesita son peces para exhibir la corrupción de una administración convertida en desastre y componendas.