Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Tras el triunfo de Clara Brugada, como coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México, el senador Gabriel García Hernández y René Bejarano, comenzaron a moverse en Iztapalapa, cada quien por su lado, para ir por uno de los bastiones electorales más apetitoso.
Y es que ambos no buscan darle la continuidad al trabajo de la exalcaldesa. Si no que van por lo que representa la alcaldía en números electorales, económicos y de alianzas con municipios del Estado de México. Tampoco se entiende que Iztapalapa tiene un significado especial para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Iztapalapa tiene cerca de 1.8 millones de habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), lo que la convierte en la alcaldía con más habitantes.
En 2023, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Ciudad de México, recibió un total de seis mil 161 millones 677 mil 372 pesos, el monto más alto de todos los gobiernos locales de la capital del país.
Desde que Gabriel García falló en la operación política en 2021, se refugió en el Senado; sin embargo, es un personaje que se maneja con grandes cantidades de recursos económicos y humanos. En su paso como superdelegado se le dio manga ancha y permitió que se distorsionará el objetivo de este grupo de funcionario. Encontró una plataforma política y la oportunidad de tener más fuerza que un secretario de Estado. Su posición es superior en alcances, pero al mismo tiempo sus capacidades operativas no le dieron oportunidad para fiscalizar el trabajo de cada uno de los superdelegados y los estropicios abundaron. Los resultados quedaron a la vista. Los superdelegados le ganaron las candidaturas a los militantes de Morena y trabajaron a su favor.
Ahora, García Hernández fue un promotor de la campaña de Clara Brugada; sin embargo, lo hizo con moderación, ya que aún en el interior de su grupo se dieron saltos al equipo de Harfuch.
En el otro extremo está la mano de René Bejarano con la diputada federal, Aleida Alavez. Es el mismo caso de resurgir al bejaranismo en la capital. Después de perder la alcaldía Cuauhtémoc y posteriormente Azcapotzalco, el grupo político del profesor se quedó sin soporte sólido.
Aun así se encuentra en negociaciones la alcaldía, pero son dos proyectos sin intención de darle continuidad al trabajo de Brugada Molina.
En esta lucha interna en Morena de la Ciudad de México, ya que la legisladora pretende dar continuidad al proyecto de la actual titular de la demarcación, Clara Brugada, y de este modo seguir con el legado de la “Cuarta Transformación”.
Y es que ella desde hace más de 30 años, se ha dedicado a la lucha social en Iztapalapa para mejorar las condiciones de sus habitantes, por lo que le tiene una oportunidad de ser la próxima alcaldesa en 2024. Aunque tendrá que enfrentar a dos grupos encargados de negociar al costo que sea y poner después el proyecto.