Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Por malos manejos y pésimos modos, por parte de funcionarios de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la comisión está a un paso de una severa crisis de credibilidad. La directora de la primera visitaduría, Claudia Esperanza Franco Martínez, tiene esa área convertida en una oficina burocrática, lenta y déspota. Espejo del nivel de trabajo ofrecido por el secretario Ejecutivo, Francisco Estrada.
En la práctica, hay dos clases de subalternos dentro de cada visitaduría, los encargados del trabajo técnico-legal, por supuesto presionados, y los pertenecientes a la “burocracia machuchona”. Los del amiguismo, privilegios y encargados de responder a la agenda política de la secretaría Ejecutiva y tomar asuntos que les reditúa en ganancias políticas y de favores a los directores.
Hace un par de semanas, Brenda Edith Tapia Martínez, presentó ante la CNDH una queja por mala práctica en el IMSS; sin embargo, el peor tramo de su acusación, por omisiones en el Seguro Social, fue su trámite por la comisión, ya que se encontró con una Primera Visitaduría plagada de vicios burocráticos, permitidos desde los funcionarios del más alto nivel, debido a que en la agenda de la directora Claudia Esperanza Franco Martínez, los casos deben redituarle a su favor.
La afectada recuerda: “el 13 de julio, presenté escrito de queja para evitar mayor daño a la salud y se respeten los derechos humanos de mi madre como persona vulnerable de la tercera edad; sin embargo, el lunes 17 de julio de 2023, recibí una llamada de Adriana Alonso Alvarado, quien me dijo que cuál era mi pretensión, mientras me encontraba en desconcierto por la hora, ya que me encontraba durmiendo, esta persona alteró mi estado emocional, en la que intenté narrarle los hechos aunque me recalcó que debía hacer una queja nueva porque tiene solo un año para admitir quejas y que yo tenía la obligación de llamarle, y su actitud fue colgarme. Es importante mencionar que a pesar de dejar mi correo electrónico no he recibido notificación alguna de un folio donde pueda identificar mi escrito”.
Y aclara que el escrito es claro y dentro de sus facultades está el acudir al lugar de los hechos e investigar la violación a derechos humanos consistentes en el mal diagnóstico y la atención que no es oportuna que han provocado un sufrimiento en mi madre, aunque la funcionaria insistió que solo atiende gestiones.
“El miércoles 19 de julio de 2023, recibí llamada de la visitadora adjunta quien en tono agresivo me volvió a decir que hiciera una nueva queja que no puedo ampliar la que ingresé (la cual no deseaba ampliar), y que no iba a investigar que solo está autorizada para hacer una gestión, haciéndole hincapié que se apegara a lo señalado por el escrito de queja; sin embargo, eso le molestó más y me colgó lo que provocó frustración en mi persona porque no sabemos qué hacer y con malos elementos como esta visitadora no ayuda en nada”.
El ejemplo de burocratismo y “tortuguismo” en la CNDH se convierte en una constante, ya va más de un mes del caso denunciado y no hay una respuesta, a pesar de que la ley faculta a la comisión a hacer presencia en los lugares donde se violentan derechos humanos; sin embargo, Claudia Franco Martínez, responde a la agenda dictada, no a la defensoría del pueblo.
