Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Aunque en la ciudad de México, la oposición ya comenzó a barajar nombres para calentar la sucesión en la Jefatura de Gobierno, Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado, mantiene una sospechosa pasividad. Salomón Chertorivski, diputado emecista y ex secretario de Desarrollo Económico en la administración de Miguel Ángel Mancera, levantó la mano para ser aspirante a candidato a Jefe de Gobierno; sin embargo, corre el riesgo de ser ignorado por el círculo naranja de Dante.
De acuerdo con la medición de abril de la encuestadora Factométrica, la intención de voto a favor de Movimiento Ciudadano en la capital del país se encuentra en 1.1%. En número, es similar a lo que presentó en el Estado de México, por ello no postuló candidato y Dante Delgado justificó su inasistencia al proceso electoral con que su principal interés se centra en los comicios de 2024.
Sin embargo, el espíritu de los partidos políticos es ganar elecciones y puestos de elección popular. Entre otras actividades, como promover la participación ciudadana; al evitar la lucha electoral en el Estado de México, Movimiento Ciudadano, estimuló la polarización y la confrontación social. Lo que se tiene son dos proyectos que dividieron a la entidad.
El antecedente de esta maniobra dantesca de simular una oposición a la cuatroté, lo pone en perspectiva desde 2021, ya que, en Campeche, Movimiento Ciudadano contribuyó a dividir el voto de Va por México. Ahora, el nuevo golpe, lo manejó Movimiento Ciudadano con una campaña antipriista. Justo a menos de 15 días de las elecciones de Coahuila y del Estado de México. Con ello, vuelve esa sospecha de que el partido de Dante Delgado juega dos caras.
De acuerdo, con los cálculos de la oposición, si MC hubiera ido con la coalición Va por México en el 2021, Morena no tendría la mayoría simple en la Cámara de Diputados. Esa es la parte en la que mantiene una confrontación entre la alianza y el partido naranja.
Desde 2022, Dante Delgado descartó unirse a la alianza Va por México. La razón es muy simple. Con cada uno de los partidos que se encuentran en esa amalgama política ya tuvo relación. Dante Delgado salió mal del PRI y guarda un profundo resentimiento. Con el PAN no obtuvo los mejores resultados en 2018 y del PRD fue comparsa por más de 18 años, hasta que la relación la reventó el choque entre Delgado Rannauro y la radicalización del grupo compacto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Delgado Rannauro mantendrá su apuesta de ganar territorios a cuentagotas. La ciudad de México se perfila a no ser un objetivo principal. Y prefiere la estrategia fácil de asestar golpes de suerte. Movimiento Ciudadano rema en sentido contrario a los intereses de la oposición en general. A final de cuentas, Movimiento Ciudadano se ha construido, en más de 20 años de existencia, con disidentes, renegados y malqueridos de otros partidos, pero en la capital del país no tiene bases sólidas para llevar un candidato y eso ya se analiza en el búnker emecista y pinta a sumar a la polarización y no a la oferta política de la llamada tercera vía.
