• 13 de Diciembre del 2024
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Bajo voltaje

Con poco trabajo de cabildeo y de acercamiento político con los integrantes de la alianza opositora, el coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, corre el riesgo de entrampar la Reforma Eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

Mientras la discusión y el debate político se centran en un galimatías, de revocación/ratificación del mandato, generado desde el partido en el poder, Ignacio Mier carece de acuerdos sólidos y pláticas firmes con los coordinadores del PRI, Rubén Moreira, del PAN, Jorge Romero, y del PRD, Luis Cházaro, sobre el tema de la reforma eléctrica.

Los foros del parlamento abierto y las opiniones de expertos afines a la cuatroté no le dan a Morena, y sus aliados, el contrapeso necesario para sacar adelante la reforma eléctrica. Pero Ignacio Mier transita confiado en que no requiere más de lo que ha hecho. Simplemente, la soberbia política que da el poder es superior que tener un trabajo de cabildeo fluido.

De acuerdo con información de la oposición, los alcances y acuerdos están muy alejados y si Morena y sus aliados tienen interés en dictaminar la reforma eléctrica deben llevar a cabo el trabajo legislativo suficiente y buscar los consensos necesarios, lo cual no se ha hecho. Si Mier no lee los mensajes de la oposición y la tendencia de la discusión es que no le interesa evitar un entrampamiento de la reforma.

Los esfuerzos de Ignacio Mier en el tema de la Reforma Eléctrica son tibios, su trabajo se diluye ante una agenda que prioriza lo coyuntural y lo electoral; lo técnico se encuentra en segundo plano. El coordinador parlamentario espera los tiempos que le soliciten para retomar el tema. En tanto, su discurso se mueve entre el placebo y la narrativa de la culpa del pasado.

De acuerdo con la encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica 59.6 por ciento votaría a favor de la reforma energética propuesta por el Presidente en tanto que 32.3 por ciento votaría en contra. Si bien, no es un tema polarizante aún en la agenda, la revocación se convirtió en la bandera actual de Morena y sobre ese tema se concentran los esfuerzos políticos.

En este momento del debate sobre la reforma, Morena puede abordar la discusión de un dictamen en cuestión; sin embargo, no cuenta con los votos para aprobar esta reforma constitucional. A esto se traduce la debilidad de Mier Velazco en el tema ya que no tiene los elementos políticos, ni el contexto económico, ni se ha realizado la tarea legislativa de consenso y cabildeo para encontrar apoyo más allá de los convenientes aliados.

Los recientes aliados en la Conago y en el Sindicato Único de Trabajadores Electricista de la República Méxicana (Suterm) que encabeza Víctor Fuentes del Villar son unas de las propuestas que pretende llevar a la discusión, sin embargo, la oposición ya se definió y no tienen el espacio que se requiere para discutir y aprobar una reforma de gran calado como la impulsada desde Palacio.

El bloque opositor y el del partido en el poder ya crecieron y se encuentran listos para el choque de fuerzas. Mier estaba a tiempo de evitar una balcanización, pero por lo visto dejará que estalle la crisis.