• 12 de Diciembre del 2024
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Casa tomada, de Julio Cortázar/ ¿De qué va?

 


Juan Norberto Lerma

El cuento Casa Tomada, de Julio Cortázar, es una historia en la que la incertidumbre y el azar que nos acechan a todos los seres humanos, de pronto saltan a la vida de los personajes del texto y los agobian, los presionan, los arrinconan, y los obligan a hacerse a un lado, porque la amenaza es machacarlos hasta destruirlos.

El cuento está narrado en primera persona y, de entrada, el protagonista nos describe cómo es la propiedad. La casa es grande, un espacio señorial y mítico, en el que viven dos hermanos adultos, un hombre y una mujer. El hermano y la hermana son algo viejos, apacibles, rutinarios, pero aún esperanzados. La casa guarda el recuerdo de sus padres y de sus abuelos, es un lugar que con los años se convierte en parte fundamental de la vida de los dos hermanos, porque ahí transcurrió su niñez y madurez y ahora su decadencia.

La casa es tan importante para ellos, que el narrador piensa que debido a que tenían que cuidarla y prevenir que se deteriorara, su hermana Irene no se casó y él tampoco. A la hermana se le murieron dos pretendientes y a él una novia con la que pensaba contraer matrimonio. La casa no sólo es un lugar que protege de los elementos naturales a los dos hermanos, sino que se convierte en un escenario en que se desatan fuerzas y energías que los amenazan y los persiguen.

En la casa podrían vivir holgadamente hasta ocho personas, sin embargo, los hermanos ya habían aprendido a vivir en la tranquilidad, a disfrutar de las habitaciones pacíficas, y con los años, se acostumbraron a un ritmo de vida sosegado y ya no advertían la ausencia de personas a su alrededor. Metódicos y responsables, los dos hermanos limpiaban cada cual un área de la casa, y la hermana era la que se encargaba de mantener en orden las habitaciones. A las once de la mañana, los dos hermanos ya habían terminado de limpiar la casa, almorzaban al mediodía y sólo les faltaba lavar los platos.

El narrador cuenta que alguna vez pensó que como su hermana y él no tendrían descendencia, eso significaría detener su genealogía, su hermana y él serían los últimos que vivirían en esa casona, y que a su muerte, los primos venderían los ladrillos de la casa y el terreno para quedarse con el dinero.

Aunque en los primeros párrafos del cuento la narración es monótona y descriptiva, el autor va tejiendo poco a poco la telaraña de lo insólito que les saldrá al paso a los dos hermanos. La incertidumbre va brotando con lentitud, no para aniquilarlos, sino para torturarlos, machacarles el ánimo y sumirlos en la angustia.

El narrador explica que la casa estaba dividida en dos partes, en un lado estaban una sala, la biblioteca y tres dormitorios con vista a una avenida. Ahí había una puerta de roble, maciza, y luego seguía un baño y una cocina. Un pasillo amplio comunicaba a todas esas piezas. La otra parte de la casa era en la que vivían los hermanos. A la otra, sólo iban cuando hacían la limpieza.

En el cuento Casa Tomada, la puerta de roble cobra importancia porque es una especie de marca que divide a lo normal y cotidiano, de lo sobrenatural y amenazante, y sobre todo porque es una especie de puerta que conduce a lo desconocido.

Un día, el protagonista va a la cocina a poner agua para prepararse un mate, cuando de pronto escucha un rumor apagado del otro lado de la puerta de roble, oye cómo una silla que cae y pega contra la alfombra. El hombre se vuelve hacia el lugar de donde provino el ruido y descubre la puerta de roble entornada, y enseguida escucha el sonido inequívoco de una conversación que de pronto se detiene.

El hombre entiende que en el otro lado de la casa, en el que no habitan él y su hermana, hay algo o alguien que se apoderó ya de aquellas habitaciones, y que no le importa que los habitantes se den cuenta de que está ahí. Es verdad que sólo son ruidos, pero pueden ser cualquier cosa. Esa presencia ominosa, más que mostrarse intenta pasar desapercibida. El protagonista y su hermana se sumen en la pesadez y la incertidumbre. El terror va cobrando cuerpo y es tan poderoso que incluso altera la vida de los hermanos.

Cuando el protagonista escucha los ruidos se estremece y su reacción inmediata es correr hacia la puerta de roble entornada y cerrarla con todas sus fuerzas. Se alegra cuando descubre que la llave de la puerta está del lado en que él y su hermana habitan, y que cualquier cosa que esté del otro lado, no podrá utilizarla. Para estar más seguro, el hombre se apalanca de la puerta y echa el cerrojo.

Enseguida, el protagonista le dice a su hermana lo que ha ocurrido y le explica la forma en que lo resolvió. Cuando la mujer escucha el relato de su hermano se espanta, deja caer las agujas con las que teje un suéter que no se pondrá nadie, y enseguida suspira resignada, porque ya sabe que a partir de ese momento ellos ya no podrán entrar al territorio del que alguna fuerza sobrenatural se ha apoderado.

A partir del momento en que el protagonista escucha los ruidos y echa el cerrojo a la puerta, el autor introduce el misterio de lo fantástico que irrumpe y altera la vida de los personajes. Ni el narrador ni la hermana buscan una explicación lógica del origen de los ruidos, y no sin dolor, simplemente reconocen que esa fuerza inexplicable ya se posesionó de aquella parte de la casa. El autor no personifica a esa fuerza que irrumpe en la casona y el lector está en libertad de imaginar lo que quiera, lo mismo puede tratarse de seres de ultratumba que energías demoniacas.

El narrador explica que cuando esa fuerza inexplicable les quitó una parte de la casa, él y su hermana se entristecieron, y lamenta que en aquellas habitaciones que ya perdieron hayan dejado muchas de sus pertenencias.

Unos días después, los ruidos se vuelven más perceptibles, no porque sean más fuertes, sino porque están más cerca de los dos hermanos. Para intentar que su hermana no se alarme con los ruidos, el narrador habla más fuerte, pero la hermana comienza a cantar canciones de cuna y de esa forma disimula los ruidos que los dos escuchan.

Una noche, el protagonista del cuento escucha con claridad los ruidos, pero se sobresalta cuando advierte que ahora ya han rebasado la puerta y se encuentran en la parte en la que están él y su hermana. El narrador comprende que esa fuerza ya se apoderó de toda la casa y que ahora amenaza no sólo su cordura, sino también su integridad física. De inmediato, se prepara para ponerse a salvo, junto con su hermana, y con el ánimo alterado y con algo de resignación, los dos avanzan sobre los pasillos con la esperanza de llegar hasta la calle.

Casa tomada es uno de los cuentos más conocidos de Julio Cortázar. Es un texto vivo y literario en el que el autor consigue crear una atmósfera opresiva e inquietante, y en el que irrumpe lo fantástico y atormenta a los personajes. Lo sobrenatural aparece como una fuerza avasalladora incontenible que amenaza no sólo las propiedades de los dos hermanos, sino también su vida.

En Casa tomada se percibe una atmosfera de misterio, maldad y crueldad, que se desata para acorralar a los personajes.

Julio Cortázar fue un escritor argentino, escribió varias novelas, de las cuales la más conocida es Rayuela. Julio Cortázar escribió decenas de cuentos fantásticos, sus escenarios son cosmopolitas y uno de sus temas recurrentes son las situaciones en las que los personajes tienen un pie en la realidad y el otro en lo desconocido.