• 03 de Mayo del 2024

El gigante ahogado, de James Graham Ballard ¿De qué va?

 

 

Juan Norberto Lerma

El gigante ahogado, de James Graham Ballard, es un cuento fantástico en el que se describe el comportamiento que adopta una comunidad ante los prodigios y portentos. La gente cada vez parece sorprenderse menos de las maravillas que le ofrece el mundo y se aburre pronto, como si la naturaleza y la vida ya no tuvieran nada que ofrecerles a los seres humanos.

En las playas de una comunidad aparece un día el cuerpo inerte de un hombre de proporciones enormes, jamás vistas, sus hombros son como colinas y su cabeza una gran roca sobre la arena, tan sólo uno de sus pies tiene el doble de tamaño de un hombre de estatura promedio.

Al principio reina la incredulidad, pero la gente repite una y otra vez que el agua arrojó a la costa el cuerpo de un gigante. Más tarde, un diario local recoge la noticia, la policía se presenta en la playa, y poco a poco la aparición del cuerpo de un hombre gigante tendido sobre la playa comienza a convertirse en una certeza.

El narrador nos dice que el ahogado gigante debe medir tanto como una ballena azul, es decir, unos 30 metros. El cuerpo está tendido sobre la arena, porque durante la noche las aguas del mar lo han arrojado a tierra. La primera reacción de la gente que lo ve no es saber si el hombre está vivo, sino la de mirarlo de cerca.

Al principio, desde la distancia, la gente observa el cuerpo, tiene curiosidad, sólo es un pasatiempo más para sus vidas aburridas. Desde las torres, balcones y miradores, decenas de pobladores contemplan las proporciones desmesuradas del ahogado. Unos jóvenes decididos son los que primero se acercan al cuerpo, lo contemplan, pero no con reverencia por la carne muerta, sino con curiosidad. A manera de juego, caminan alrededor de los pies enormes y no pasa mucho tiempo para que trepen a las rodillas del gigante tendido.

El cuento está narrado en primera persona y lo que vemos es lo que nos transmite un investigador que en ese momento trabaja en la biblioteca del lugar. Desde el principio se advierte que la historia que nos cuenta es fantástica y que ocurre en un lugar distópico.

El tono del texto es reflexivo y pone en juego varias características del ser humano como grupo social. La comunidad de esa ciudad se advierte mecánica, con poca expresividad y emociones, lo más inmediato para ellos es el disfrute y el goce. Todo lo que los distraiga es bienvenido y también están pendientes de obtener alguna utilidad económica.

A la larga, la contemplación del cuerpo del gigante ahogado también los fastidia, se convierte en un objeto más que ya no les dice nada, tal como una montaña, un árbol o el mismo mar. Entonces, alrededor del cuerpo aparecen los funcionarios, los empresarios, los estudiosos, y los que quieren sacar provecho del cuerpo del ahogado.

Grupos de seres humanos deambulan por el cuerpo inmenso del ahogado, lo toman como una geografía para explorar y divertirse. A pesar de todo, los seres humanos del cuento no son felices, se ven adocenados, entorpecidos y casi insensibles. Son como robots que ya lo han visto todo, lo han vivido todo y que sólo las novedades más sórdidas pueden devolverles un poco de la sensibilidad humana que han perdido, o que han arrinconado de manera paulatina.

En la parte central del cuento, el narrador nos dice que aunque casi todo lo que existe se puede poner en duda, el gigante tendido era real, y que entonces de esa certeza indudable es posible deducir otras realidades, de las cuales nosotros no seríamos más que imitaciones, réplicas diminutas de esos otros mundos.

El gigante ahogado es un texto que tiene un lenguaje directo y sin adornos. Las descripciones son parcas y mesuradas, y sin ninguna floritura. En algún renglón del cuento, el protagonista reflexiona sobre la certeza de la existencia humana y la posible realidad de otras dimensiones de las cuales dependería nuestra vida.

El relato dibuja una sociedad poco expresiva y ensimismada, en la que cada uno busca su propio beneficio, y llegan hasta tal punto que no los detiene ni la moral ni las costumbres para intentar sacar provecho del cuerpo.

Con los días, el cadáver del ahogado se convierte en un objeto, en un souvenir, en algo que los maravilló alguna vez, pero que ahora los tiene sin cuidado. En esta sociedad en la que a diario ocurren miles de situaciones, un gigante muerto sobre una playa también es una distracción momentánea y no una revelación que estremezca al mundo social y a sus individuos.

James Graham Ballard fue un escritor inglés. Su obra está compuesta por 19 novelas y decenas de cuentos. En sus textos se describen escenarios distópicos y se le conoce como un escritor de literatura de ciencia ficción.