Juan Norberto Lerma
El Principito, de Antoine de Saint Exupéry, es un cuento sobre la amistad y el amor, sentimientos que a todos los seres humanos nos es dado conocer, o por lo menos buscar, para sentir que somos queridos y aceptados.
En el texto también se habla de la soledad y la tristeza que provocan los desencuentros entre las personas que se quieren y las maneras en las que podemos recuperar la esperanza y la ilusión. En las pocas páginas de El Principito hay escenas conmovedoras y frases que se volvieron célebres.
La historia está narrada en primera persona y nos cuenta que un piloto y El Principito se conocen en el desierto. El avión del piloto sufre un desperfecto y tiene que aterrizar para repararlo. El Principito ha viajado por distintos mundos hasta llegar a la Tierra, y luego de vagar por lagos y montañas, en el desierto se encuentra con el piloto.
Desde el inicio, el autor nos sitúa en una atmósfera de ingenuidad, candidez, limpieza de espíritu y de una elevada humanidad. El piloto adulto tiene que buscar en su interior las actitudes naturales de nobleza y comprensión de otro ser para poder estar a la altura de El Principito. Su primer encuentro es una escena fantástica en la que tanto el piloto como El Principito armonizan con la visión de un mundo distinto al de todos los días. El Principito le dice al piloto que le dibuje un cordero para llevarlo a su casa cuando se vaya y el piloto dibuja sólo una caja y le dice que dentro está el cordero. Complacido con su regalo, El Principito le platica al piloto sus aventuras desde que salió de su planeta.
En su camino a la Tierra, El Principito conoció a varias personas, todas adultas y todas atareadas, preocupadas, con el entendimiento concentrado sólo en trabajar y sin encontrar ninguna satisfacción en su vida.
En las conversaciones, El Principito le cuenta al piloto que durante su viaje conoció a un Rey sin súbditos, a un vanidoso, a un bebedor, a un hombre de negocios, a un farolero, a un geógrafo, y posteriormente llegó a la Tierra.
Durante la conversación, El Principito describe su mundo y a sus habitantes, una flor hermosa, los baobabs, unos árboles que tiene que podar para que no desborden su planeta, y un par de volcanes que tiene que deshollinar. En el momento en que El Principito reconstruye su mundo con palabras lo hace con cariño, ingenuidad y delicadeza. El Principito tiene una naturaleza sentimental y posee un alma pura y virtuosa, y aunque le asombra la forma de ser de otras personas en el universo, no rechaza a los que no son como él.
Las pláticas entre El Principito y el piloto hacen que surja entre ellos dos un vínculo de amistad y cariño, y provocan que cada vez se vaya haciendo más estrecho. El piloto descubre la sensibilidad y claridad de mente que tiene El Principito y hace todo cuanto puede para protegerlo y lo obedece ciegamente en todas las cosas que le pide.
El Principito le cuenta al piloto que en su planeta creció la flor más bella que jamás hubiera visto, desgraciadamente también era vanidosa y soberbia y eso provocó que tuvieran diferencias y que los dos sufrieran. Como El Principito se sentía triste decidió alejarse de la flor y realizó un viaje.
Cuando El Principito llega a la Tierra se encuentra con dos personajes que serán definitivos en su viaje, un zorro y una serpiente. El zorro le pide que lo domestique y le enseña cómo hacerlo, en cuanto El Principito lo domestica, el zorro le enseña la diferencia entre la amistad y el amor. El zorro entiende perfectamente los sentimientos de El Principito y le enseña su famosa frase: “Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”.
De todos los seres que aparecen en el cuento, los más sobresalientes son el zorro y la serpiente. Uno le muestra una sabiduría que se aplica en todo el universo, y la serpiente le enseña el camino de regreso a su mundo.
El Principito es una historia en la que se representan varios valores y virtudes universales. Es un cuento ágil, con un lenguaje sencillo, literario, con personajes sólidos y llenos de sorpresas, además tiene varias escenas conmovedoras en las que se reflejan la amistad y el amor.
A lo largo de su texto, el autor nos presenta a otros personajes, todos adultos, todos presionados, tomándose en serio la existencia, y todos ridículos, aburridos y anodinos. El Principito no sólo es una lectura entretenida, sino además nos proporciona escenas líricas de gran belleza y frases que encierran conocimientos que la humanidad ha descubierto a lo largo de su existencia.
Antoine de Saint Exupéry fue un escritor y piloto francés. Participó en la Segunda Guerra Mundial, y en 1944 despegó de una pista para cumplir con una misión, pero ya no regresó y jamás se supo de él.
