Se sabe que varios países han iniciado con la vacunación de su población y que, cuando menos, ya están en acción cuatro vacunas de las que iniciaron la carrera por obtener una inmunización ante el alto grado de contagio del virus.
Se ha dicho que nuevas cepas del virus se han generado y se teme por la efectividad de la vacuna. Si bien, los estudios de estas nuevas cepas parecen mostrar que pueden ser frenadas por las vacunas diseñadas hasta el momento, así que hay una gran expectativa para que, en el transcurso del año, se retorne paulatinamente a una vida con un riesgo de contagio menor.
No tengo dudas de que este año que terminó el deseo que más acompañó el pensamiento del mundo fue el de encontrar una solución a la alta letalidad y al alto grado de contagio del virus, por lo que ha implicado en términos de bienestar para las familias en general.
No sólo se ha afectado en lo económico, el vivir un encierro y la falta de actividades en lo social sin duda ha acelerado procesos que no son óptimos, pero que quizá serán la forma de relacionarnos en el corto plazo y eso debemos aceptarlo.
La movilidad social apunta a sufrir cambios que, si bien modificarán nuestra conducta, pueden ser positivas a otras áreas del desarrollo humano.
El trabajo desde casa, la educación en línea, las compras virtuales y todo lo que la tecnología pone a nuestro alcance, sin duda ha hecho que enfrentemos de modo decorosos esta pandemia que estamos viviendo, pero tienen un largo camino que recorrer para institucionalizarse y dejar sociedades resilientes, que puedan actuar en el menor tiempo para evitar los daños que ha dejado la COVID-19.
No olvidemos que el mundo se vio sorprendido por la pandemia así como por los primeros efectos en el ambiente de ella: playas limpias, animales retomando sus ambientes y sus suelos, aire limpio, etcétera, lo que ha provocado que muchos ambientalistas en todo el mundo vieran reflejados los resultados de sus postulados, en los que señalan que, ante la alta tasa de concentración de personas en pequeños territorios, lo mejor es mudar hacia estas prácticas, que pueden tener un impacto menor en el medio natural que ha vivido un deterioro constante, que pone en duda la supervivencia humana, como hasta hoy la conocemos y donde la COVID-19 puede ser un pequeño ejemplo de lo que nos espera.
Sin duda hay muchos temas que este año discutiremos, pero hemos querido iniciar esta participación hablando de la esperanza de que nuestra salud se mantenga sin peligros que la acechen, como lo ha hecho el llamado Coronavirus.
Deseo de todo corazón que este año que inicia permita a ustedes y sus seres queridos mantenerse en salud, para que, a partir de ello, puedan encontrar el éxito y la felicidad en todo lo que decidan realizar en este 2021.
Feliz Año Nuevo y que el 2021 venga con todos los parabienes que el 2020 nos limitó por la pandemia que padecemos.
Felicidades por el año que inicia en todo el mundo.
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Twitter @RicardoChavero
Secretario General del Partido Verde en Puebla Capital