Ricardo Chavero
Seguimos tirando barreras, pero aún, es temprano en el mundo para decir que, estamos cerca de la equidad, en un mundo donde un solo género ha dominado el tiempo y el espacio. El inicio del pasado siglo XX marcó el inició de la construcción social de la equidad de género. Todo indica que, si bien el camino aún es largo, aquellas manifestaciones de mujeres que buscaban un derecho al voto, mejores condiciones de trabajo, e igualdad entre los sexos, han logrado que en estos ya más de 100 años de lucha, las condiciones económicas, laborales, políticas y sociales, se pongan bajo la balanza de la igualdad en casi todos los países del mundo.
Así, la lucha y los sacrificios de las distintas generaciones de mujeres trabajadoras, se ven conmemorados cada 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, desde 1979 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), aprobó la Convención sobre la eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), el instrumento internacional más exhaustivo, que tiene como objetivo principal, proteger los derechos humanos de las mujeres. Esta Convención exigió que, todos los países miembros eliminaran la discriminación contra las mujeres en la esfera pública y privada, incluido el ámbito familiar y se propuso, alcanzar una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, tanto en las leyes como en la vida real. Cabe señalar que nuestro país firmó el CEDAW en 1980 y lo ratificó el 23 de marzo de 1981.
Hoy en día, la ONU sigue empujando en todo el mundo que, en todas las esferas de las sociedades actuales, se promueva la igualdad entre los géneros, sus derechos y la autonomía de la mujer en el marco de mandato en pro de la paz y las sociedades sostenibles. La igualdad de género es una de las prioridades del organismo desde 2008, al grado que, dentro de la Agenda 2030 se encuentran objetivos clave respecto a este tema como son: i) Eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata, la explotación sexual y otros tipos de trata; ii) Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y niñas en todo el mundo y; iii) Velar porque todas las niñas y los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria, secundaria, que debe ser gratuita, equitativa y de calidad, y producir resultados escolares pertinentes y eficaces.
Para lograr estos objetivos, se reconoce que es necesario utilizar todas las herramientas que tengamos al alcance, como son actualmente las llamadas Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC´s). Así, este 2023, la ONU se ha propuesto explorar los efectos de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas, poniendo de relieve la importancia de proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales, así como, abordar la violencia de género en línea y la facilitada por las nuevas TIC´s.
Nuestro país ha puesto en marcha parte de esta nueva encomienda de la ONU, al aprobar en 2020 la llamada “Ley Olimpia”, que sanciona con cárcel a quienes difundan contenido sexual íntimo de una persona, sin su consentimiento, o amenacen a la misma con dicha difusión. Este 8 de marzo conmemoremos estos logros que representan, la incansable lucha de las mujeres hasta nuestros días.
