Ricardo Chavero
Se puede decir que la tierra, es algo semejante al cuerpo humano. Ambos cuentan con elementos que hacen que sus funciones puedan llevarse a cabo de manera correcta para vivir. Así como una persona requiere del correcto funcionamiento de sus órganos para desarrollarse en la vida, la tierra también requiere que sus diferentes ecosistemas y elementos, funcionen correctamente para mantener su existencia y las condiciones de vida de todas las especies que la habitan.
Un elemento de gran importancia para la subsistencia de nuestro planeta y que, desafortunadamente no todos conocemos a detalle, es el que se conoce como humedal. Los humedales son indispensables para el ser humando y para conservar la biodiversidad del planeta, esto gracias a que ofrecen suministro de agua dulce, alimentos, recarga de aguas subterráneas y contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático.
De acuerdo a la Convención RAMSAR, que es una organización internacional con el objetivo de asegurar la protección de los humedales, define que un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporalmente o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que lo habitan. Esta Convención, considera humedales a los pantanos, marismas, lagos, ríos, turberas, estuarios y deltas, así como algunos sitios artificiales como embalses, salinas y zonas marinas próximas a las costas cuya profundidad no exceda los seis metros, los cuales pueden incluir manglares, ciénegas y arrecifes de coral.
Los humedales contribuyen de manera decisiva al bienestar humano al desempeñar funciones como: Impulso a la diversidad biológica; Amortiguación de las inundaciones; Mitigación y adaptación al cambio climático; Abastecimiento de agua; Sitios de relevancia arqueológica e histórica; Provisión de alimentos, materiales y medicinas; Estabilización de costas y protección contra tormentas y; Apoyo a la recreación y el turismo. A nivel global se calcula que los humedales cubren 12. 1 millones de Km2, sin embargo, la Perspectiva Mundial sobre los Humedales estima que su extensión ha disminuido rápidamente, con pérdidas de hasta el 35% de la superficie mencionada desde 1970. La pérdida o degradación de los humedales tiene efectos negativos en la naturaleza y consecuentemente en las personas. Las principales presiones sobre los humedales se relacionan con cambios en el uso del suelo (urbanización, deforestación, rellenos, etc.), alteraciones en la dinámica del agua (por extracción, intercepción, desvíos, etc.), extracciones (pesca, maderas, pasturas, etc.), contaminación (agrícola, industrial y doméstica), introducción de especies exóticas invasoras y el cambio climático.
El mundo desde hace más de 40 años ha entendido la importancia de los humedales y la necesidad de llevar a cabo acciones que aseguren el mantenimiento de sus características ecológicas, para mantener sus servicios que son vitales para el bienestar del planeta. Así este 2 de febrero se conmemora el “Día Mundial de los Humedales”, con el objetivo de mantener el cuidado de estos ecosistemas y reconocer el valor que tienen para la conservación biológica en nuestro planeta. Y tú, ¿conoces algún humedal?