Ricardo Chavero
Iniciamos un año más de vida en esta tierra y como ya es tradición, todos los miembros de la familia tienen momentos de felicidad al empezar un año, por un lado, los adultos se llenan de propósitos y de buenos deseos para lograr durante el año y los menores, viven días de incertidumbre ante la llegada de los Reyes Magos, que son la esperanza de materializar sus deseos en un juguete que marcará su vida, sin lugar a dudas.
Así, pequeños y grandes esperan con emoción y deseo esta noche mágica del 5 de enero, si bien, pocos conocen el origen de esta maravillosa tradición que, ha perdurado hasta nuestros días y que, cada año se espera llegue cargada de regalos, sueños e ilusiones.
En la tradición cristiana, el Evangelio de San Mateo cuenta que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella, para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer. Al enterarse de la noticia, Herodes el Grande los mando llamar y les hizo prometer que, una vez que encontraran al niño se lo comunicarían para que él, también pudiera adorar al niño. Tras abandonar a Herodes los Reyes, guiados por la estrella, encontraron al niño en un establo de Belén; tras postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses y; mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos; los reyes fueron advertidos de no regresar con Herodes ya que, su intención era acabar con la vida del niño.
Se dice también que los Magos de Oriente, aparecen bien definidos en los Evangelios Apócrifos donde, mago se puede interpretar como astrólogo y donde, el que fueran tres, se vincula a la Santísima Trinidad como al número de regalos que estos personajes llevaron al niño Jesús. Al día de hoy las coronas abundan en las representaciones de los Reyes Magos y, sin embargo, no tenemos certeza de que los sabios de Oriente que rindieron homenaje al niño Dios, fueran Reyes.
Y así como se suceden distintas historias acerca de la identidad de los Reyes Magos, sabemos que el origen de esta bella tradición, tal como la conocemos en la actualidad, tiene su origen en una larga tradición medieval que los bautizó con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Estos nombres aparecen por primera vez en un famoso mosaico del siglo VI en la Basílica de San Apolinar en la ciudad italiana de Ravena. Finalmente, el día 6 de enero como día de festejo de los llamados Reyes Magos, fue determinado por Agustín de Hipona, popularmente conocido como San Agustín, quien en sus sermones de la Epifanía sostuvo, que los sabios llegaron 13 días después del nacimiento de Jesús, lo que cifra la celebración en el sexto día del año.
Sea cual sea la verdad de esta tradición del mundo cristiano, lo cierto es que, esta fecha está llena de sentimientos positivos en los mayores y de un día entero de alegrías para los más pequeños, quienes aprovechan para jugar con los regalos que los Reyes han traído. Y así, para culminar el festejo de este maravilloso día, los poblanos partiremos una Rosca de Reyes, con lo que coronamos el día bajo la unión familiar. Felicidades a todos en este día de Reyes, y ustedes ¿Ya hicieron su cartita?
