No es que, previo al lamentable hecho violento, fuera muy alentador el futuro de ese país con sus aspirantes de mayor edad, con Biden a sus 81 años y Donald Trump a sus 78 años y 34 cargos judiciales en su contra.
Afortunadamente, políticos de muy alto nivel en el Partido Demócrata y muy cercanos a Joe Biden lograron que diera un paso atrás en sus aspiraciones y entronaran a la vicepresidenta Kamala Harris para ocupar la candidatura.
Hay que reconocerlo, aunque los logros en materia migratoria son pocos y el lastre de no visitar la frontera seguirá pesando para Harris, lo cierto es que su nombramiento es un respiro para la comunidad migrante que ve en Donald Trump el posible regreso de los tiempos más duros para miles de familias de México, Centro y Sudamérica que fueron separadas, retenidas por meses en centros de detención, maltratadas y deportadas en pleno invierno, obligándolos a sobrevivir a uno de los inviernos más crudos en el lado mexicano de la frontera en deplorables condiciones.
Posterior al ataque que sufrió en un mitin, Donald Trump y su candidatura, alcanzaron los niveles más altos de preferencia y tomaron enorme fortaleza, misma que parecía pronosticar un triunfo casi indiscutible.
¿Y ahora, quién es el viejo?: Kamala Harris
Pero llegó Kamala Harris y el discurso cambió, y entonces se escuchó la pregunta: ¿Y ahora quién es el viejo?, en relación a la burla que el aspirante republicano hacía sobre la edad y los diferentes padecimientos de su contrincante Biden.
Y es que Kamala Harris no solamente abre la amplia posibilidad de que sea una mujer la que, como en México con Claudia Sheinbaum, haga historia ocupando la silla presidencial, o como la primera afroamericana de ascendencia india, pero además como la primera hija de inmigrantes que llega a esa posición de poder. Además, es la primera mujer no blanca que es postulada a la presidencia.
Las últimas encuestas sobre el posicionamiento rumbo a la contienda presidencial marcan un 50-50.
La vicepresidenta alcanzó rápidamente las preferencias electorales, aunque su primer triunfo fue al interior del Partido Demócrata donde obtuvo el apoyo del 99 por ciento de los delegados.
En la próxima entrega hablaremos de sus compañeros de fórmula elegidos para contender por la vicepresidencia, mismos que podrían restarles votos o sumarles, depende del nivel de extremismo que busque el elector norteamericano.