Diferentes instancias de la Organización de las Naciones Unidas están muy pendientes de los migrantes que van en las diferentes caravanas con el fin de vigilar el respeto de sus derechos humanos. Lamentablemente la UNICEF informó que atendió a más de 100 niños, de los cuales el 80 por ciento viajaba completamente solos y que presentaban heridas físicas, agotamiento, así como traumas psicológicos.
Y es que las duras imágenes que compartieron los medios de comunicación sobre el fuerte enfrentamiento entre los migrantes y la seguridad pública de países como Honduras o Guatemala dejaron personas heridas y emocionalmente lastimadas, de ahí que cientos decidieron regresar a su país y algunos otros grupos siguen varados en Guatemala buscando una nueva oportunidad para cruzar esa frontera, internarse en México y seguir avanzando hasta Estados Unidos, su objetivo final.
Por ello, los observadores internacionales de la ONU se mantienen en esos países para ayudar a los migrantes retornados y a quienes se mantienen estancados, brindándoles alojamiento, atención médica y apoyo consular para quienes buscan retornar a su país.
A finales del año pasado, la Organización Internacional de las Migraciones con oficinas en Guatemala firmaron el acuerdo denominado “Centro de Tránsito y Procesamiento para el Programa de Retorno Voluntario Asistido” conformando una alianza para proveer asistencia humanitaria y contemplando también entre todos sus planes, “medidas para garantizar el derecho a la salud de las personas migrantes ante la pandemia, asistidas en el fortalecimiento de Casa del Migrante con protocolos sanitarios emitidos por la Organización Mundial de la Salud”.
De ahí que en un comunicado emitido hace unos días por la OIM pidió a los gobiernos de países como Guatemala o México que no usen la fuerza pública para detener el avance de la caravana migrante pues deja a muchos lesionados, incluyendo a mujeres y niños.
“La OIM, en coordinación con el Sistema de las Naciones Unidas en la región, hace un llamado para que no se emplee fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante, solicitante de asilo o refugiado durante las acciones de control migratorio, policial o sanitario, y que los Estados se adhieran a los instrumentos internacionales aplicables” declaró Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.
La contención fue tan fuerte que aproximadamente 3 mil migrantes hondureños, de los 7 mil 500 o 9 mil que se decía integraban esta caravana, decidieron regresar a su país y fueron apoyados por estas organizaciones.
En el caso de México, lamentablemente, diversas organizaciones nacionales e internacionales defensoras de derechos migrantes han denunciado que las autoridades migratorias no permiten el acceso a los albergues de estos observadores ni otorgan la información solicitada respecto a la permanencia de miles de migrantes varados en nuestro país.
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