Érika Nieto
No cabe duda que en tiempos de campaña los políticos hacen de todo para ganar adeptos y en los últimos tiempos, sin importar el país, el populismo desborda las estrategias electorales. Arizona, su gobernador Doug Ducey y el condado de Yuma determinaron hace unos días la colocación de 60 contenedores de transportación industrial de 2.7 metros de altura a lo largo de una superficie de mil 600 metros con el único fin de obstaculizar el paso de las decenas de migrantes que diariamente llegan a esa frontera.
Además, pareciera que las medidas de contención migratoria por parte de los gobiernos norteamericanos fronterizos como Texas o Arizona y que no son considerados como santuario de migrantes como el caso de California, tienen el interés primordial de mantener “contentos” a sus votantes, más allá de implementar una política adecuada de atención a las decenas de migrantes que diariamente son detenidos o que se entregan voluntariamente a la patrulla fronteriza.
Y es que algunos contenedores, horas después de haber sido instalados, uno sobre otro para hacer la barrera mucho más alta, fueron derribados por los fuertes vientos que se viven en esa zona fronteriza, por lo que fue necesario que unas grúas ayudarán a levantarlos y a colocarlos como barrera antiinmigrante.
La parte alta de estos contenedores fue reforzada con alambre de púas para evitar que los migrantes, como ha sucedido una y otra vez con el muro fronterizo, intentaran escalarlos y brincarlos. Lógicamente no faltaron las críticas a esta medida y al gasto de 6 millones de dólares para este muro que invirtió el Gobernador de Arizona.
Hay que destacar que las autoridades fronterizas están rebasadas desde hace muchos meses por la crisis migratoria que prevalece en toda la franja entre México y Estados Unidos, a lo que la Casa Blanca ha respondido con gestiones y reuniones permanentes con los gobiernos de México y de Centroamérica, lo cierto es que los resultados para contener desde el sur de México los flujos migratorios de Latinoamérica y otros continentes como África, no están a la vista.
Mientras tanto, contenedores de acero, instalados al ahí se va y que se irán oxidando conforme pase el tiempo y el clima haga sus efectos, generan un impacto ecológico de amplias proporciones en la zona. Ya de por sí el muro fronterizo en barras ha sido un peligro letal para varias especies animales y vegetales endémicas de la región.
Comentarios vía twitter: @erinife