El huracán 'Helene' dejó una estela de destrucción a su paso por el sureste de Estados Unidos, con al menos 64 muertes confirmadas, daños millonarios y millones de personas sin electricidad. La tormenta, que alcanzó la categoría 4 con vientos de hasta 225 kilómetros por hora, tocó tierra en Florida el 26 de septiembre por la noche, avanzando rápidamente por Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Tennessee, donde provocó graves inundaciones y deslaves.
En el estado de Florida, el pequeño poblado de Steinhatchee sufrió particularmente los efectos del ciclón. Janalea England, habitante de la localidad, relató cómo convirtió su negocio en un centro de ayuda para vecinos y amigos que perdieron sus hogares, muchos de los cuales no contaban con seguros.
Las autoridades informaron que el huracán provocó el desbordamiento de ríos y arroyos, mientras las represas alcanzaban sus límites en Georgia y las Carolinas. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, comparó los daños en su estado con la explosión de una bomba, luego de observar desde el aire casas destruidas y carreteras cubiertas de escombros.
En Carolina del Norte, el oeste del estado quedó prácticamente incomunicado debido a los deslaves que bloquearon la autopista interestatal 40, además de otras vías. En el condado de Unicoi, en Tennessee, decenas de pacientes y trabajadores de un hospital fueron rescatados en helicóptero desde el techo del edificio el 27 de septiembre, mientras en el condado de Buncombe, parte de la ciudad de Asheville quedó bajo el agua. Las operaciones de rescate continuaron durante el fin de semana, pero las comunicaciones se complicaron debido a la caída de torres de telefonía móvil.
El director de Servicios de Emergencia del condado de Buncombe, Van Taylor Jones, comentó que aún no estaban listos para informar detalles sobre las muertes en la región. Los familiares de las víctimas y desaparecidos publicaron desesperadas solicitudes de ayuda en redes sociales, como el caso de Francine Cavanaugh, quien no ha tenido contacto con su hermana desde que la tormenta azotó Asheville.
La magnitud de las lluvias ha sido histórica. El huracán provocó las peores inundaciones en más de un siglo en Carolina del Norte, donde el gobernador Roy Cooper calificó la situación como “catastrófica”. En la localidad de Spruce Pine cayeron más de 60 centímetros de lluvia en tan solo cinco días, mientras que en Atlanta se registraron 28.24 centímetros en solo 48 horas, lo que marcó un récord desde 1878.
La tormenta, ahora degradada a ciclón post-tropical, avanzó sobre el Valle de Tennessee el sábado, 28 de septiembre, dejando a su paso un escenario de devastación. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, describió el daño como "abrumador" y se comprometió a enviar ayuda federal a las zonas afectadas.
El huracán 'Helene' es el ciclón tropical más mortal para Carolina del Sur desde que el huracán 'Hugo' dejó 35 muertos en 1989. Las muertes se han registrado en Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia. Las estimaciones de daños varían entre 95 mil y 110 mil millones de dólares, según AccuWeather, mientras Moody’s Analytics prevé pérdidas económicas que oscilan entre 15 mil y 26 mil millones de dólares.
Los expertos señalan que el cambio climático ha exacerbado las condiciones para este tipo de tormentas, que se intensifican rápidamente en aguas más cálidas, convirtiéndose en potentes ciclones en un corto periodo.