Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre, amenazó al fabricante de maquinaria agrícola John Deere con imponer aranceles de 200 por ciento si traslada parte de su producción a México. La advertencia tuvo lugar durante un acto en Pensilvania, uno de los estados clave para las elecciones del 5 de noviembre, en las que Trump busca regresar a la Casa Blanca compitiendo contra la actual vicepresidenta, Kamala Harris.
"Notifico a John Deere en este momento: si hacen eso, vamos a poner un arancel del 200 por ciento sobre todo lo que quieran vender en Estados Unidos", dijo Trump, refiriéndose a los planes de deslocalización de la empresa. "Si gano, John Deere va a pagar 200 por ciento", afirmó rodeado de maquinaria de la marca, famosa por sus tractores verdes y su logotipo con un venado amarillo.
John Deere lleva varios meses recortando empleos en sus plantas de Estados Unidos. En enero, la empresa anunció que despediría a 503 trabajadores en su planta de Illinois y a 310 empleados en Iowa, como parte de una estrategia para mantener la eficiencia operativa ante el aumento de los costos y la disminución de la demanda. Además, la compañía ha adquirido terrenos en México con la intención de trasladar parte de su producción actual desde Estados Unidos.
"Piensan que van a fabricar más barato en México y luego venderlo a los mismos precios que antes. Hacer mucho dinero al deshacerse de nuestra mano de obra y de nuestros trabajadores", criticó Trump. "Van a tener un arancel del 200 por ciento sobre el producto que fabriquen en México, justo al otro lado de la frontera", insistió el exmandatario, quien también se describió como "un gran cliente" de John Deere, al mencionar que ha comprado muchos de sus productos.
En respuesta, John Deere emitió un comunicado reiterando su compromiso con la producción en Estados Unidos. La empresa destacó una inversión de más de 2 mil millones de dólares en sus plantas desde 2019, como muestra de su apuesta por mantener operaciones en el país. Sin embargo, el traslado parcial de su producción a México sigue siendo parte de su plan estratégico para reducir costos.
Durante su discurso en Pensilvania, Trump también acusó a China de incumplir un acuerdo comercial para la compra de 50 mil millones de dólares en exportaciones agrícolas estadounidenses. El exmandatario prometió abordar este tema con el presidente chino, Xi Jinping, si regresa al Despacho Oval.
La amenaza de Trump a John Deere se enmarca en su estrategia de protección de empleos y fábricas estadounidenses, una línea que también destacó durante su presidencia. Las medidas arancelarias forman parte de su plan para frenar la deslocalización de la industria hacia países con menores costos de producción, como México. Con Pensilvania siendo un estado clave en las elecciones, Trump busca resonar con los votantes preocupados por el desempleo en el sector manufacturero.
La maquinaria agrícola es una de las industrias más relevantes para los estados del medio oeste de Estados Unidos, donde se encuentran muchas de las fábricas de John Deere. Los recortes de empleo y la posibilidad de un traslado de producción han generado preocupación entre los trabajadores y sindicatos locales, quienes ven el futuro del sector en riesgo.
A menos de dos meses de las elecciones, las tensiones entre los sectores empresariales y políticos continúan aumentando. La postura de Trump sobre el comercio y la protección de empleos en Estados Unidos contrasta con la agenda de deslocalización que buscan algunas compañías para aumentar su competitividad global.