La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, encabezará un recorrido por la frontera entre Estados Unidos y México este viernes, en medio de la polémica por la gestión migratoria de la administración de Joe Biden. Este viaje, que incluye una parada en Arizona, busca tratar propuestas de control fronterizo y migración.
Harris estará acompañada por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. La oficina de la vicepresidenta confirmó la visita, después de críticas que la señalaban por no acudir previamente a la zona de tensión. El viaje se produce seis meses después de que el presidente Biden la asignara como encargada de liderar los esfuerzos en temas migratorios, con un enfoque en abordar las causas del éxodo centroamericano.
En un esfuerzo por controlar el flujo de migrantes, Harris ha promovido programas de desarrollo en el Triángulo Norte de Centroamérica. A pesar de estas iniciativas, el número de personas que intentan cruzar la frontera sigue en aumento. En mayo, la Patrulla Fronteriza reportó más de 180 mil intentos de cruces ilegales, la cifra más alta en dos décadas.
La visita de Harris ha sido vista como una respuesta a las críticas republicanas. El expresidente Donald Trump, quien ha mantenido un discurso duro sobre la política migratoria, no perdió la oportunidad de cuestionar la labor de la vicepresidenta. Durante un mitin en Smithton, Pensilvania, afirmó que Harris finalmente decidió acudir a la frontera debido a la presión política y las consecuencias de las políticas de Biden.
Trump, quien visitará la frontera el próximo 30 de junio junto al gobernador de Texas, Greg Abbott, aseguró que la administración actual ha provocado una "crisis" en la frontera sur al revertir sus medidas de control. "Ella nunca habría ido", afirmó Trump, adjudicándose el mérito de la visita de Harris.
Además de criticar la política migratoria, Trump anunció sus planes de imponer un arancel del 200 por ciento a los tractores fabricados en una planta de John Deere en México, si es elegido nuevamente presidente. El expresidente acusó a México de haberse "aprovechado" de las políticas de Biden, permitiendo que empresas estadounidenses trasladen su producción al país, en algunos casos con inversión china.
La administración Biden, por su parte, ha tratado de suavizar las tensiones, negando cualquier vínculo entre los viajes de Harris y Trump. Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, aseguró que la visita de la vicepresidenta se programó por considerarse "el momento adecuado", desestimando las insinuaciones de que fue motivada por la presencia inminente de Trump en la región.
En términos de política migratoria, el gobierno de Biden ha buscado revertir algunas de las medidas más polémicas de su predecesor. Entre ellas, el programa “Quédate en México”, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en el país vecino mientras se procesaban sus solicitudes. Sin embargo, ha mantenido el Título 42, una medida que permite expulsar a migrantes por razones sanitarias, implementada bajo la administración Trump con el argumento de evitar la propagación de la Covid-19.
En los primeros cinco meses del mandato de Biden, más de 400 mil migrantes fueron expulsados bajo esta política. Mientras tanto, la situación en la frontera sigue siendo crítica. Organizaciones de derechos humanos han denunciado más de 3 mil 200 casos de abusos contra migrantes varados en México, incluidos secuestros, violaciones y trata de personas.
La presión sobre la administración de Biden aumenta, ya que el avance de los migrantes por Centroamérica continúa. En Honduras, las autoridades informaron haber detenido a más de 6,300 personas en tránsito hacia el norte en lo que va de 2021.
A pesar de los esfuerzos de Harris y su equipo, la situación en la frontera sigue siendo un desafío para el gobierno de Biden. El viaje de la vicepresidenta llega en un momento clave, mientras los republicanos buscan capitalizar la crisis migratoria en su camino hacia las elecciones intermedias de 2022 y las presidenciales de 2024.