Mostrando artículos por etiqueta: Márcia Batista Ramos
Divagaciones sobre las palabras y palabras mágicas
Siempre digo que las palabras gotean una a una, haciendo ruido. Rompiendo el silencio. Trayendo suspiros que, a veces, traicionan.
El feo año en que caminamos
Tomillo, manzanilla, albahaca, menta, apio y perejil, una madre ucraniana alista un ramo para la Trinidad, mientras Rusia intensifica su ofensiva en el Donbass.
Lecciones de bordado
Con la mirada pegada al paño muy blanco, ella empezó a hablar: -Pespunte es un punto fácil. Se realiza de derecha a izquierda, como un columpio que va y viene. Después, clavamos la aguja en el tejido, como la mentira que perfora con fuerza y rapidez la dignidad ajena. Perforamos y hacemos la aguja salir cinco o seis hilos más adelante, y ella vuelve a entrar cinco o seis hilos atrás y sale cinco o seis por delante. Con la experticia de aquellos que logran seguir tranquilos cada día, en este vivir de destrozos que nos toca en el siglo.
Vine a París para olvidarte
“He venido a París para olvidarte
pero tú obstinado me impregnas todo espacio.
Eres la quimera horrorosa de los aleros de Notre-Dame,
eres el ángel que invencible sonríe.” Maria Luisa Spaziani
Vientos
Los vientos aúllan en la tarde triste, anunciando que conocen toda la estupidez del mundo, desde las orillas del mar hasta la cima de las montañas. Eriza mi piel, tiembla mi cuerpo. Recuerdo que el mundo solo tiene sentido si la vida existe en él, para mirarlo con sus ojos grandes, con su brillo acuoso de las lágrimas que se detienen. Los aullidos del viento cuentan del abismo inmenso que divide el mundo. Cuentan de las contradicciones de la modernidad occidental en África. Cuentan de guerras más importantes que otras guerras, donde mueren personas más importantes que otras personas y se desplazan personas más blancas que otras personas. Yo escucho su voz, que parece ser subterránea y que retumba en la superficie contando que la vida es triste en todos los lugares. Se mueven los árboles, se inclinan con tanta reverencia, que dejan claro que privilegian el contenido que expresan los vientos.
Mirando al cielo
“Es inmoral matar a los ucranianos porque no quieren pertenecer al bloque ruso”. Orhan Pamuk
“El terror de Mariúpol será recordado en los siglos venideros”. Zelenski
Un día como otro cualquiera
Siempre pienso que la muerte es el otro lado de la vida. Fue así que me enseñaron, fue así que aprendí en los días placidos y silenciosos, cuando se hablaba en voz baja, después de recibir la noticia de la muerte de un pariente. Quedaban palabras sueltas: descanso, cielo, cuidado, estrella, ángel… También, subsistía la idea que aún me acompaña, de que la vida es una balada de transmigrar. No sé por qué.
Sombras nada más
“hay una grieta en el alma humana / que no fue construida para pertenecer / por completo a la vida” Louise Glück
Embrollos de la memoria
Ciertos olores, establecen una relación íntima con el tema de la memoria. Por eso, el piso lustrado con olor a bencina me recuerda las tardes de verano cuando me quedaba mirando el cuadro de los bisabuelos con sus rostros serios. Para mí, seres extraños, retratados sin voz, sin sonrisa, sin alma… La bisabuela con los labios sumamente delgados y los ojos azules vidriosos, en su seriedad, daba la impresión de que estaba eternamente enojada. Parecía misteriosa, con su pelo color tabaco, en un retrato monolítico, inmóvil, donde el camafeo de piedras preciosas colgado de una cadena de oro en su cuello, sobre la gola alta de encaje de su blusa, era lo que más llamaba mi atención. Lógicamente, que el bisabuelo pelirrojo con la cara pecosa, contrastando con sus ojos verdes, no pasaba desapercibido.
Estas imágenes quedaron para siempre en las paredes de mi memoria, como el reloj a cuerda, tan grande, que se quedaba como un objeto de lujo o de arte, sobre el aparador en el comedor de visitas.
El camino entre las experiencias vividas y las formas como los objetos son presentados al dar cuenta de la memoria personal, es interesante e intrigante. Por eso, ayer me sorprendí al abrir el cajón del escritorio, con olor a naftalina, me invadió una sensación de abandono y de ruina silenciosa. Allí estaba el puñal inerme en una gaveta casi vacía, si no fuera por su presencia carente de posibilidades, ya que no había una mano cualquiera que lo empuñara como simple extensión de una conciencia, ese objeto me hubiera transmitido miedo.
Sinceramente, me hubiera gustado encontrar en el cajón, el viejo camafeo con la cadena de oro o por lo menos, un mantel de lino blanco, bordado en punto cruz.
Un mantel blanco bordado en punto cruz siempre estuvo, impecable, en la mesa de mi abuela que, olía a queque recién horneado. Y ella, al igual que sus hermanas, comentaba que a su madre le gustaba hacer todo tipo de bordados y que se entretenía haciendo pintura a la aguja, un bordado realizado en punto cordoncillo, para llenar o reseguir la silueta de los dibujos, hasta cubrir completamente el tejido base. Normalmente, la bisabuela utilizaba hilo de seda para realizar sus obras.
Pero, encontré un puñal con la punta muy afilada. No recuerdo quién me dijo que el filo del puñal se concentra en la punta, no en la hoja delgada que depende de la fuerza de un brazo para ser enterrada. La hoja no tiene filo. El puñal es un arma blanca que está diseñada para matar personas o animales, cuya hoja es triangular. Los hombres lo pensaron y constituyeron para un fin muy preciso: matar.
Yo nunca aprendí a bordar, ni a ensartar el hilo a una aguja. Extrañamente, aprendí, no recuerdo dónde, que el puñal solo hiere con la punta.
***
Biografía:
Márcia Batista Ramos, brasileña. Licenciada en Filosofía-UFSM. Gestora cultural, escritora, poeta y crítica literaria. Editora en Conexión Norte Sur Magazzín, España; columnista en Inmediaciones, Bolivia, periodismo binacional Exilio, México, archivo.e-consulta.com, México, revista Madeinleon Magazine, España y revista Barbante, Brasil. Publicó diversos libros y antologías, asimismo, figura en varias antologías con ensayo, poesía y cuento. Es colaboradora en revistas internacionales en 22 países. Editor adjunto de la Edición Internacional de Literatura China (a cargo de la Federación de Círculos Literarios y Artísticos de Hubei, China).
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Márcia Batista Ramos
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Información adicional
- Fuente Exilio
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