Brandon Giovanny Hernández Tapia, de 12 años, quien murió en el trágico incidente de la caída de los vagones de la Línea 12, fue despedido en una misa religiosa por sus amigos y familiares, quienes le dieron el último adiós.
Brandon, de 13 años, es una de las 25 víctimas mortales que dejó a su paso el accidente ocurrido durante la noche del lunes en inmediaciones de la estación Olivos.
La noche del incidente el menor era acompañado por su padrastro Rigo, quien aún se encuentra en estado delicado en el hospital.
Aunque Brandon pasaría con su progenitor toda la semana, el lunes por la noche le pidió regresar junto a su madre.
Por eso, Brandon y Rigo abordaron el convoy del Metro que los conduciría a la estación La Nopalera.
Brandon Giovanny había acudido al Centro Histórico de la Ciudad de México junto con su padrastro para comprar insumos para el local familiar y también su regalo de cumpleaños.
El funeral fue en un domicilio en obra gris que alguien le prestó a la familia para despedir a su niño, pues ellos viven en un departamento arrendado en la colonia Zapotitlán.
Tras el accidente, la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJCDMX) emitió una ficha de búsqueda para localizarlo, pues su madre y su abuela llevaban horas sin saber nada de él. Durante la madrugada del accidente, ambas mujeres recorrieron hospitales y ambulancias donde se atendía a los lesionados, pero en ningún sitio lo encontraron.
La noche del martes, la FGJCDMX informó que Brandon se encontraba en la lista oficial de víctimas mortales del desplome del Metro, accidente por el que aún permanecen hospitalizadas 61 personas y otras 23 continúan sin ser localizadas por reportes en Locatel.
Brandon era el mayor de tres hermanos Bryan, de 10 años, y Alan, de cuatro. La muerte del niño fue confirmada en la plataforma del gobierno de la Ciudad de México, habilitada para publicar y actualizar las listas de personas hospitalizadas, fallecidas, reportadas sin localizar o que ya se encuentran en su domicilio.