• 23 de Abril del 2024

Hallan “llave” para propagación de Covid-19

 

 Proteína es codificada por el cuerpo humano, y tiene relación con los agentes exteriores que se adhieren a las células

 

Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, encontraron que la integrina-beta1 es la proteína causante que el SARS-CoV-2 produzca la enfermedad Covid-19, pues es aquella que promueve la entrada del virus a las células humanas.
La proteína, también llamada “CD29”, que es codificada por el cuerpo humano, se encarga de reconocer diversos procesos que ocurren dentro de nuestro organismo. Además tiene relación directa de los agentes exteriores que se adhieren a las células.
David Alsteens, biólogo molecular y celular del centro de estudios bruselense, explicó que CD29 tiene la capacidad de cruzar la membrana plasmática que delimita a las partes de las células, pues está conformada por un área extracelular y otra intracelular.
El SARS-CoV-2 utiliza a la integrina-beta1 para introducirse a nuestras células, coaccionando y modificando las actividades de las que está encargada esta proteína, pues actúa como “cerradura” para evitar el acceso de agentes patógenos.
No obstante, el coronavirus se introduce en el organismo gracias a la maleabilidad de la proteína como una “llave” con el objetivo de reproducirse e infectar al resto de las células, momento en que desencadena la enfermedad Covid-19.
Dentro del cuerpo, abundó el líder del estudio, la célula sirve de fábrica para construir nuevos virus, los cuales a su vez pueden propagarse para infectar otras células u otros individuos.
Otros estudios han revelado que las integrinas cooperan en el estímulo de la migración celular, lo que ha alentado a los científicos a estudiarlas.
El experto explicó que estudiaron la reacción del SARS-CoV-2 al entrar en contacto con la superficie de las células vivas, es decir en la membrana plasmática, observaciones a las que siguió un esfuerzo para separar al virus cuando intentaba adherirse a las células.
Alsteens señaló que el descubrimiento proveerá a la comunidad científica de las bases necesarias para comprender la interacción entre agentes patógenos y las células humanas, en especial para diseñar tratamientos para inhibir los efectos de enfermedades infecciosas como la actual.