El Papa Francisco pidió que se establezca un cese al fuego en Ucrania y que ya se deje de castigar a las poblaciones agotadas.
Lamentó que en lugar de detener la guerra, los ataques hayan aumentado. Indicó que es triste escuchar los bombardeos en lugar de las campanas.
“En lugar de detenerse, la guerra se ha empeorado. Es triste que en estos días santos y solemnes para los cristianos se escuche más el ruido mortífero de las armas que el de las campanas que anuncian la resurrección”.
El Papa Francisco aseguró que es lamentable que en lugar de las palabras, cada vez con mayor frecuencia, se ocupen las armas.
“Y es triste que las armas ocupen cada vez más el lugar de las palabras. Renuevo el llamamiento a una tregua de Pascua, la más pequeña señal tangible de un deseo de paz. Que se detengan los ataques para aliviar el sufrimiento de las poblaciones agotadas”.
El domingo 17 de abril, el Papa Francisco pidió que ya se detuviera la destrucción de Ucrania, en esa guerra cruel e insensata a la que fue arrastrada.
Desde la Plaza de San Pedro, el Papa lamentó que se hubiera iniciado un conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
“Que haya paz para la Ucrania devastada por la guerra, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de esta guerra cruel e insensata a la que fue arrastrada”.
El Papa Francisco pidió que los seres del mundo no se acostumbren a la guerra y condenó a las personas que eligen desatar batallas armadas.
“Comprometámonos todos a implorar la paz, desde nuestros balcones y en nuestras calles”.
“Que los líderes de las naciones escuchen la súplica de la gente por la paz. ¿Acabaremos con la raza humana o la humanidad renunciará a la guerra?”.
“Llevo en el corazón a las numerosas víctimas ucranianas, a los millones de refugiados, a las familias divididas, a los ancianos que se han quedado solos, vidas destrozadas y ciudades arrasadas. Tengo ante mis ojos la mirada de los niños huérfanos que huyen de la guerra”.
