• 23 de Noviembre del 2024
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Natalia López

Acabamos de vivir otro #8M y ya todos sabemos; que se conmemora, que las mujeres seguimos exigiendo justicia, que cada año somos más las que salimos a tomar las calles, que en algunos lugares hubo represión policiaca, que a muchos les indigna la iconoclasia y que otras no pretenden dejarla de practicar hasta que se les regrese de cierta forma lo que el patriarcado les ha arrebatado.

Yo me asumo feminista desde hace muchos años porque cada una se vuelve feminista por su propia historia, pero hoy quiero hablar de lo que viene después de todo este ejercicio social.

Soy mamá de un bebé de 9 meses, este bebé que está en mis brazos durmiendo mientras escribo esta columna es mi vida entera y cambio por completo mi forma de vivir.

A los dos días de saber que estaba embarazada tuve un evento con mujeres de toda la república, activistas y políticas que formamos una red política, pero eso es otra historia, todo el evento mi cabeza dio un millón de vueltas que se resumen en estas dos preguntas; si es niña ¿qué voy a hacer para que no sufra lo que la mayoría de las mujeres sufrimos en este país?

Y, si es niño ¿cómo le voy a hacer para educarlo fuera del machismo y el sistema patriarcal? Desde ese momento he trabajado todos los días porque este bebé ame y respete la vida, porque crezca deconstruido y libre de esos constructos sociales que generan el machismo del que 8 de cada 10 mujeres hemos sido víctimas.

Mi cartel este año decía “estoy educando a mi hijo para que no tengas que preocuparte por tu hija” y esa es mi promesa con la sociedad desde el 2022 que supe que Ramonin venía en camino.

El verdadero reto de los padres de nuestra generación no es la crianza respetuosa si no la crianza con perspectiva de género y es momento de hablar de esto, si queremos que no existan mujeres violentadas necesitamos educar hombres fuera del sistema patriarcal.

Se cumplen precisamente hoy, 5 de marzo, cuatro años de la megamarcha estudiantil en Puebla, ese día en el que miles de jóvenes de todas las universidades del estado tomamos las calles para exigir nuestros derechos y hacernos escuchar.