• 19 de Abril del 2024

Aproximación a Mario Benedetti

Mario Benedetti / Facebook/Olmos Arcos

 

Con su obra poética, narrativa, ensayística, y teatral creó uno de los más bellos y eficaces lenguajes de la literatura contemporánea en castellano

 

 

 

… me consta y sé

nunca lo olvido

que mi destino fértil voluntario

es convertirme en ojos boca manos

para otras manos bocas y miradas …

 

Mario Benedetti

 

Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, conocido como Mario Benedetti, prolífico escritor uruguayo que nació en Paso de los Toros en el año 1920 y falleció en Montevideo en el año 2009.

La pasión por la literatura le llevó a incursionar desde temprano en las letras y a formarse como escritor, leyendo muchísimo y buscando una salida laboral vinculada a este placer.

Mario Benedetti fue un escritor uruguayo que marcó a varias generaciones a través de sus letras. Considerado un escritor polémico, uno de los grandes poetas de habla hispana, sin duda, uno de los más encantadores y sugerentes de los escritores del Boom latinoamericano.

Fue novelista, dramaturgo, cuentista y crítico. Con su obra poética, narrativa, ensayística, y teatral creó uno de los más bellos y eficaces lenguajes de la literatura contemporánea en castellano.

Con su primer libro, “La víspera indeleble” (1945), emblema, de la andadura de la generación uruguaya que lleva el nombre de aquel año (como “la generación crítica”, en palabras de Ángel Rama), que tiene en Mario Benedetti, una de sus más altas figuras literarias y que encontró su epicentro en el gran semanario Marcha de Carlos Quijano.

Cultivador de todos los géneros, su obra es tan prolífica como popular. En su juventud participó de diversas publicaciones literarias, pero fue la publicación de su novela “La tregua” (1960), lo que lo consagró entre los narradores latinoamericanos y fue la que le dio proyección internacional (tuvo más de 100 ediciones y fue traducida a 19 idiomas). Ese reconocimiento sirvió para que su obra poética empezara a difundirse y a lograr nuevos éxitos, como lo fue “Poemas de la oficina” (1956).

“La tregua” y “Gracias por el fuego” (1965), fueron adaptadas para la gran pantalla; además, diversos cantantes contribuyeron a difundir su poesía musicando sus versos.

Mario Benedetti se convirtió en una de las figuras más relevantes de la literatura uruguaya de la segunda mitad del Siglo XX.

Fue un hombre con profunda conciencia social e intelectual comprometido, artífice de una trayectoria de lúcidas reflexiones sobre la literatura y la realidad; en palabras de Joaquín Torres García, que lo describe en su libro “América invertida. El Sur es nuestro norte”, cómo alguien: “Comprometido con sus «próximos prójimos» y con la propia literatura, a la que entregó más de 80 libros traducidos a treinta lenguas, el autor de “La tregua” es uno de los referentes indiscutibles de la cultura contemporánea en español”.

Mario Benedetti fue un hombre de su tiempo que se negó a cerrar los ojos a la realidad, al otro y dijo lo que veía, sin ocultar sus sentimientos contrarios a toda injusticia, aun cuando sus palabras colocaban su vida en riesgo; su denuncia social se inició con los libros “Peripecia y novela” y “El país de la cola de paja”, y se consolidó con “Articulario, Literatura uruguaya Siglo XX” y “El ejercicio del criterio, recopilaciones” en las que no está todo, pero está lo que Benedetti consideraba fundamental.

La variedad de la obra de Benedetti desafía todo intento de clasificar al autor, empero, Remedios Mataix reconoce que “en esa variedad de registros palpita una secreta unidad que da coherencia a su obra y otorga a la poesía, al ensayo, al artículo periodístico, a la narrativa y hasta a las letras de canciones, un inconfundible «estilo Benedetti», quizá porque sus diversos itinerarios parten de un mismo lugar: la vocación comunicante de su labor como escritor; ese término que -entre otros- la crítica literaria debe a Benedetti y que designa el interés por establecer un clima en el que el lector se sienta parte de un diálogo con el autor desarrollado en un plano de confianza mutua y recíproco aprendizaje”.

Benedetti dijo: «No escribo para el lector que vendrá, sino para el que está aquí, poco menos que leyendo el texto sobre mi hombro».

Mario Benedetti recibió numerosos premios y reconocimientos: Premio Jristo Botev de literatura de Bulgaria (1984); Llama de Oro 1987 de Amnistía Internacional por su novela Primavera con una esquina rota (1987); Premio Morosoli de Plata de la Fundación uruguaya Lolita Rubial (1986); Premio León Felipe de España a los valores cívicos (1997); VII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999); Premio Son Latinos (2000); Premio Iberoamericano José Martí (2001); Premio Etnosur (2004); XIX Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005); Premio Morosoli de Oro de la Fundación Lolita Rubial (2006); Premio de Letras del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas (2008).

Recibió cinco Doctor Honoris Causa en Europa y América Latina, además de innúmeros homenajes y reconocimientos.

En 1946 se casó con Luz López Alegre, con quien sostuvo un matrimonio de 60 años.

Los estudiosos de Mario Benedetti afirman que en su obra pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina.

En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la vivificaba. Empero, constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.

En el segundo periodo, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Ya que su militancia empezó en la juventud, cuando se unió al Movimiento de Liberación Nacional, conocido coloquialmente como Tupamaros: seguidores del marxismo que se oponían a la guerra de Vietnam, al rotundo avance del neoliberalismo sobre territorio uruguayo y buscaban un gobierno nacional y popular.

Sus posiciones políticas le provocarían una vida de exilio y permanente movilización. Va de un lugar a otro, en la huida y el exilio. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta represión, separado circunstancialmente de su esposa. Su literatura se hizo formalmente más audaz.

En su obra poética, también se reflejaron las circunstancias políticas y vivenciales del exilio uruguayo y el regreso a casa: “La casa y el ladrillo” (1977); “Vientos del exilio” (1982); “Geografías” (1984); y “Las soledades de Babel” (1991).

Mario Benedetti denunció la institución de la tortura en su obra teatral con “Pedro y el capitán” (1979).

Como ensayista, comentó diversos aspectos de la literatura contemporánea en varios libros como “Crítica cómplice” (1988). También hizo reflexiones sobre problemas culturales y políticos en su libro “El desexilio y otras conjeturas” (1984), obra que recoge su labor periodística desplegada en Madrid.

Como ensayista también ha dejado importantes títulos, entre los que se encuentran “Marcel Proust y otros ensayos”, “Sobre artes y oficios” y “El ejercicio del criterio”.

Su obra es tan versátil y abundante que resulta difícil reducirla a un par de publicaciones; sin duda Benedetti es un autor de lectura indispensable, al menos hay que leerlo para reconocernos en sus palabras.

Mario Benedetti fue hombre trabajador y honesto, trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el semanario Marcha, entre otros.

Entre sus libros destaca una novela escrita en verso, “El cumpleaños de Juan Ángel” (1971); así como, cuentos fantásticos como los de “La muerte y otras sorpresas” (1968). Trató el tema del exilio en la novela “Primavera con una esquina rota” (1982); y se basó en su infancia y juventud para la novela autobiográfica “La borra del café” (1993).

También recopiló sus numerosos relatos breves, reordenándolos, en la colección “Cuentos completos” (1986), que sería ampliada en 1994.

Además, de la solidez de su estructura literaria, destaca como rasgo esencial de los relatos de Mario Benedetti la presencia de un elemento impalpable, que es construido por el propio lector al relacionarse con la obra y apropiarse de su espíritu.

Dice Juan Cruz Ruiz que “Mario sentía una responsabilidad con la narración y la utilizaba para expresar ideas y dejar constancia de aquellas cosas que no deben olvidarse. La poesía, por su parte, era un juego, a través del cual se dejaba llevar y vivía intensamente la seducción de las palabras”.

Mario Benedetti, logra a través de su obra, seducir a sus lectores, por la escritura comunicante que tiene y la expresa a través del fondo de verdad emocional de sus personajes, de las preguntas que a menudo plantean sus versos y de la hondura de sus reflexiones, haciendo una abstracción que anula distancias geográficas o generacionales.

Por eso Benedetti es de los autores más leídos en todos los países hispanoamericanos, además de tener innumerables traducciones: su obra recorre todas las edades humanas, y ningún sentimiento ni circunstancia son extraños al poder de su escritura. “Ha escrito lo que muchos sentíamos que necesitaba ser escrito -resume José Emilio Pacheco-, de ahí la respuesta excepcional y acaso irrepetible despertada por sus libros”.

La obra de Mario Benedetti ha logrado universalizar la experiencia de un tiempo y un lugar específicos, partiendo quizá de su lugar y de su gente, pero profundizando, con la maestría de quien sabe hacer que nada humano le sea ajeno, en las preguntas que a todos nos conciernen y en los arcanos que a todos nos atañen: la amistad, la soledad, el dolor, el miedo, la alegría, el odio, la plenitud, el tedio y el amor.

Yo no te pido

Yo no te pido que me bajes

una estrella azul

sólo te pido que mi espacio

llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes

diez papeles grises para amar

sólo te pido que tú quieras

las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar

el futuro algún día llegara

y del presente

que le importa a la gente

si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto

de razones para respirar

no me complazcas no te niegues

no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes

una estrella azul

solo te pido que mi espacio

llenes con tu luz.

***

Márcia Batista Ramos, brasileña, licenciada en Filosofía. Radica en Bolivia. Gestora cultural, escritora y crítica literaria. Publicó Mi Ángel y Yo; La Muñeca Dolly; Consideraciones sobre la vida y los cuernos; Patty Barrón De Flores: La Mujer Chuquisaqueña Progresista Del Siglo XX; Tengo Prisa Por Vivir; Escala de Grises – Primer Movimiento; Antología Escritoras Cruceñas, Caballero Reck & Batista (2020); Antología Escritoras Contemporáneas Bolivianas, Caballero, Decker & Batista. Bolivia (2020). Participó con ensayos en diversas antologías además tiene publicados: Cuento: Un Viaje en carnaval, en la antología “BOLIVIA La versión de escritores extranjeros” Homero Carvalho Oliva (2020); Cuento: Un Hombre Común, en “Honduras como Epicentro - Antología Mundial de Escritores en Cuarentena”, Chaco de La Pitoreta (2020); Antología “Compendio Literario pro Casa Melchor Pinto”, Colectivo Poético; Bolivia (2020); “BREVIRUS Antología de minificciones”, Lilian Elphick Latorre. Revista Brevilla, Santiago de Chile (2020).