Estas acciones, fueron anunciadas formalmente el pasado 12 de octubre por la entonces titular de Museos Puebla, Anel Nochebuena, junto con la presentación de la exposición “Tesoros Ocultos” en el Museo Internacional del Barroco (MIB), compuesta por 30 piezas nunca antes expuestas al público, y que fueron detectadas durante este conteo.
En la misma muestra, se aprovechó para presentar imágenes del proceso de catalogación en los distintos recintos del estado. La actividad tuvo como objetivo contabilizar las piezas y ubicarlas, para evitar pérdidas, asimismo, se prevé que los avances y resultados estén más adelante disponibles en un catálogo público. El proyecto, nunca antes ejecutado a tal alcance, representa un gran paso en la salvaguarda de los acervos culturales en Puebla, pero, sobre todo, un precedente para las acciones futuras sobre estos recintos. A pesar de esto, algunas voces han insistido en minimizar y denostar este esfuerzo.
La tarea no fue menor. En cada museo fue designado un equipo de catalogadores y coordinadores especialistas, de acuerdo con las necesidades de clasificación de las distintas colecciones: historiadores del arte, antropólogos, arqueólogos, paleontólogos, geólogos, especialistas en archivos fonográficos, historiadores, artistas plásticos, especialistas de libro antiguo y gestores culturales. Asimismo, se contó con la participación de dictaminadores, técnicos, fotógrafos y diseñadores gráficos, entre otros. Estos datos fueron corroborados por fuentes cercanas y participantes directos en el proyecto.
Durante la pasada inauguración de la rehabilitación del complejo museístico La Constancia Mexicana, el gobernador Sergio Salomón ya había enfatizado en la necesidad, sin distingos políticos, de procurar los bienes culturales de Puebla: “No importan quién lo construyó... debemos recordar que se hace con el dinero del pueblo y que es obligación del gobernante en turno generar una nueva cultura de respeto para todas la acciones que se hacen en las diferentes materias, en tema de infraestructura, en temas deportivos, en temas culturales, históricos, de respetarlo, de mantenerlo y de poder darle vida”, dijo.
“En lo que tiene que ver con el acervo cultural, con el tema de museos, con el patrimonio de Puebla, es un crimen dejarlo abandonado, porque estamos vetando y negándole a muchas generaciones que puedan disfrutar lo que a nosotros nos heredaron”, reiteró durante su discurso.
Como todo proyecto, deberá ser analizado para reconocer sus alcances y limitaciones, con el fin de mejorar su ejecución e impacto en posteriores etapas. No obstante, es necesario también dignificar el trabajo de los especialistas que participaron en las tareas y reconocer cuando las acciones en materia cultural, independientemente de las filias y fobias, significan un paso positivo para un sector que, por desgracia, suele ser invocado por ciertos medios y ciertas voces, sólo cuando puede ser utilizado para intereses externos.
La crítica debe ser permanente, tanto para exponer las deudas del sector, bastantes aún –en materia de recursos, inclusión de profesionales y en generación de proyectos- como para difundir y reconocer los avances y logros. ¿Cuántos de estos críticos colocan la cultura en Puebla de manera permanente en la mesa de discusión? ¿Cuántas veces dan voz a artistas y gestores culturales para difundir sus demandas? ¿Cuántas veces cubren de manera prioritaria eventos exitosos? Los hay, sin lugar a duda, los festivales, las Noches de Museos y la OSEP, entre otros.
En específico sobre el proyecto de Catalogación Cualitativa, corresponderá a la administración de Alejandro Armenta, a través de la próxima titular de Museos Puebla, María José Farfán, retomar la información generada y continuar con este proyecto, con la finalidad de implementar mejores condiciones y acciones sobre las colecciones que forman parte de la enorme grandeza cultural de nuestro estado.